Mientras “todos” no paguemos impuestos, España no será un país normal - por Erasmo Quintana

 

Mientras “todos” no paguemos impuestos, España no será un país normal - por Erasmo Quintana *

Esta es una verdad incontrovertible y, además, que debería pagar más quien más tiene, hecho que en este país no se da.

Aquí, quien más dinero y recursos posee contribuye menos, y si puede, hace que pague el pueblo llano, ése que malvive con trabajos precarios y de mala muerte, así como el sector de autónomos, que si alguna vez le dieran por ponerse en huelga paralizarían el país. Y asombrémonos, porque esto de pagar poco impuesto es precisamente la bandera del PP-Vox-Cs. “¿Subir los impuestos?, ni locos”, es su cantinela. Se olvidan de que el dinero que viene de los impuestos es el que alimenta las Arcas del Estado, liquidez que los buenos gobernantes utilizan para dar los servicios esenciales a los ciudadanos, haciendo de paso un ejercicio de solidaridad, tan necesaria en todo tiempo.

El nuestro es un país donde no hay justicia, y menos la social. Esa mayúscula inequidad, que tiene que ver con sus instituciones. El CGPJ, es un permanente insulto a la democracia y al sentido común de nuestro país. 

Este alto órgano de los jueces está más que caducado en sus funciones (más de 3 años) y continúa anticonstitucionalmente ejerciendo labores que en rigor ya no les corresponden. Incumplen flagrantemente el ordenamiento constitucional, es decir, que para estos jueces la Constitución no existe, mientras sí está en vigor y la defienden con uñas y dientes en todo aquello que les interesa. Un país en que estas cosas ocurren ¿podemos llamarlo demócrata y moderno? ¿No se percibe todavía un tufillo a franquismo trasnochado? De aquí es de donde viene todo.

Otro tema que nuestro pueblo admite indolentemente es el que tiene que ver con la Iglesia de Cristo, ese que murió en una cruz alanceado, que pidió agua y se le negó; penosamente martirizado hasta su agonía y muerte, ese fundador de la religión católica, apostólica y romana. Sus representantes durante dos siglos, ¿han sido dignos émulos de él? Es indudable que no. Abstrayéndonos de su recorrido histórico hasta aquí, que mejor será no mencionar, la cúpula actual no desmerece de aquella de los Borgias.

La Iglesia, que es la mismísima derecha franquista, grupos progresistas han presentado en el Congreso solicitud de investigación por su historial de pederastia. Veremos qué hacen PP-Vox-Cs. La Conferencia Episcopal Española ha reconocido que inmatriculó indebidamente cerca de mil inmuebles, cuando esos al parecer tenían dueños. ¿Cómo se le llama a esto? Robo ¿no? Las mismas suponen el 25% de todo lo que se ha apropiado la Iglesia.

La época más fecunda para inmatriculaciones fue la de 1998, cuando gobernaba José María Aznar (PP), estando la mitad de dichos inmuebles en la Comunidad de Castilla y León, feudo del PP hace 35 años, y donde con todo pronóstico seguirá gobernando. Concretamente, 965 de las 35 mil que inmatriculó.

El Roto

La firma de los obispos bastaba (convertidos en registradores de la propiedad) para hacer suyas las fincas e inmuebles con una ley franquista que sería derogada en 2015. Los monumentos Patrimonio de la Humanidad como la Mezquita de Córdoba, “donada” por José M.ª Aznar, (el Gobierno no debe, no puede desprenderse de lo que es patrimonio del Estado, algo que pertenece a todos los españoles). El pago simbólico de la Mezquita fue de 30 euros, y su mantenimiento corre a cargo del Estado, pero lo que allí se recauda por visitas (15 millones anuales) es íntegro para la Iglesia, sin que Hacienda reciba un céntimo.

La Catedral de Sevilla y La Giralda, también Patrimonios de la Humanidad, están en el mismo caso, igualmente inmatriculadas. De estas propiedades, la venerable institución ha vendido 122 inmuebles, de cuyas operaciones no ha pagado un ochavo al Fisco. Además, de aquellas 35 mil inmatriculaciones, 2.575 fueron erróneamente inscritas. Ahora mismo, en Topares (Almería), los vecinos están en pie de guerra contra el obispado, porque éste quiere quitarles un local social, que les sirve de asueto, el que sus abuelos construyeron con dinero recaudado en la vecindad, y con sus propias manos.

Insistiendo en el disparate en que se ha convertido España, creo necesario volver sobre el abuso de las grandes empresas, los grandes tenedores de fortuna y el afán desmedido de los que más tienen, en no pagar a Hacienda en la medida de lo que cada uno posee, y cuando la riqueza del país se concentra en tan pocas manos.

Si un pequeño o mediano autónomo, un jubilado, un trabajador asalariado que malvive con incierta duración de empleo, Hacienda los tienen en el disparadero si no pagan, ni que se escondan bajo las piedras escapan de un embargo como acción que el organismo considera legal. Con esto se ve que los grandes tienen patente de corso, pues no pagan en la misma proporción que las capas menesterosas de la sociedad, y encima la Iglesia, que no tributa por sus negocios. Aquí vemos el afán desmedido de una gente por amasar cuanta más riqueza, mejor. Lo curioso es que el sistema que tenemos está montado justo a la medida de ellos. Si tuviera otra naturaleza, aportarían a Hacienda lo más aproximado a la capacidad económica de cada uno. No paga en la misma proporción aquel que gana mil euros al mes, que quien gana diez mil. No sé yo si ustedes, mis amigos, no ven injusta la triquiñuela.  

     

Ferran en 2017                      

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana