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martes, 16 de abril de 2024 13:57h.

Las dos mochilas de Júpiter en Canarias - por Nicolás Guerra Aguiar

Mientras el colectivo de inspectores de Hacienda (depende del Gobierno central) denuncia que ha disminuido en dos mil el número de quienes analizan e investigan supuestos fraudes fiscales la señora Navarro, portavoz del Grupo Popular en el Parlamento de Canarias, vuelve a la carga y despotrica contra el señor Rivero, presidente del Gobierno canario. Doña Australia–con parcialísima visión y atolondrado e imprudente ímpetu- le echa en cara una realidad: hay canarios, dice, “que viven sin dignidad ni medios, y tampoco le escuchamos hablar [al señor Rivero] de la hipoteca que para nuestro futuro representan el desempleo, la pobreza y la desigualdad".

Las dos mochilas de Júpiter en Canarias - por Nicolás Guerra Aguiar *

Mientras el colectivo de inspectores de Hacienda (depende del Gobierno central) denuncia que ha disminuido en dos mil el número de quienes analizan e investigan supuestos fraudes fiscales la señora Navarro, portavoz del Grupo Popular en el Parlamento de Canarias, vuelve a la carga y despotrica contra el señor Rivero, presidente del Gobierno canario. Doña Australia–con parcialísima visión y atolondrado e imprudente ímpetu- le echa en cara una realidad: hay canarios, dice, “que viven sin dignidad ni medios, y tampoco le escuchamos hablar [al señor Rivero] de la hipoteca que para nuestro futuro representan el desempleo, la pobreza y la desigualdad".

Lo anterior es cierto, claro: no destaca el Gobierno canario como ejemplo de sensibilidades frente a injusticias sociales; ni se vuelca en volcánicas ayudas ante menesterosos -la señora consejera de la política social parece a veces insensible, confunde,desacierta en sus análisis, anda en el limbo-. Desde arriba hablan mucho de macroeconomías y de millones que no llegan, pero hay millones que aparecen como por arte de magia y cuyos fines no son precisamente sociales, no. Porque el Gobierno canario, del que son parte los psocialistas, cierra alojamientos para gentes necesitadas; reduce casi a la simbólica expresión ayudas a ancianos que viven solos, a incapacitados físicos o psíquicos; hay tercermundismo en salas de urgencias hospitalarias; con la “hipoteca joven” burlaron ilusiones de quienes necesitaban la ayuda; reducen becas, profesores y, a cambio, aumentan alumnos por aula y horas de trabajo burocrático…

   Pero de ahí a que el señor Rivero sea el absoluto, único y exclusivo responsable de tales inmoralidades e injusticias sociales que flagelan a nuestros miles de paisanos hay, al menos, un par de profundos barrancos. Por tanto, ciertas consideraciones se le olvidan intencionadamente a la señora Navarro, doña Australia, cuando otra vez entra a saco contra el señor Rivero, a quien condena a los infiernos más absolutos como responsable máximo de todos los males que aquejan a Canarias. Pero la señora Navarro se olvida de que Canarias es, sencillamente, fiel reflejo de lo que sucede en el país, no la excepción.

   Porque, tal se ve, hay intencionalidad poco prudente en la señora Navarro y, además, nada respetuosa con la verdad universal: quien gobierna en España es el PP, no el señor Rivero. Y aunque es de justicia la no generalización dentro del PP, quienes dictan, potencian y no suspenden leyes que permiten inhumanos desahucios, señora, son correligionarios suyos. Y quienes han destruido elementales derechos laborales. Y quienes se vanaglorian con la consecución de puestos de trabajo en miserables condicionales sociales. Y quienes permiten contratos casi esclavistas con medievales situaciones como pagar ocho horas y exigir dos o tres más, gratis total. Y que en hoteles y apartamentos una mujer –por el mismo precio- realice el trabajo que corresponde a dos. O que un camarero haga de tal y de cocinero, además de limpiador. Y que la misma empleada sea hornera, panadera, cobradora, empaquetadora, limpiadora. Y es gente de su partido (nunca generalizo), señora, quien engaña a la población para regalar milmillonarias cantidades de euros a bancos españoles privados. Y hay cargos ppolíticos bajo sospecha, muchos. Y es su partido, señora, el sospechoso mayor del reino –no el único- en torno a corruptelas, corrupciones, sobres con dinero negro...

Y, señora, es gente de su partido (nunca generalizo) quien privatiza elementales servicios sociales que merman calidades anteriores y enriquecen a amigotes. Y quien legaliza suspicaces fortunas de españoles escondidas en bancos extranjeros. Y quien lleva la deuda pública hasta casi el cien por cien del Producto Interior Bruto. Y quien liberaliza empresas del Estado que no son deficitarias. Y quien pretende coartar elementales libertades de expresión como así han reconocido muchos jueces. Y quien pregona que vale más un mal puesto de trabajo de quinientos euros que el paro. Y quien cierra decenas de miles de puertas en España para que decenas de miles de universitarios -cuyas carreras hemos pagado- emigren a países que se beneficiarán de su trabajo sin haber invertido un euro en su formación. Y es gente de su partido, señora, quien permanece impasible aunque se han multiplicado por mil las organizaciones humanitarias que dan de comer a miles de canarios incapaces de pagarse un cafenileche mientras -supuestamente- personas de su partido invitan a gente de su partido a vacaciones en Fuerteventura con dinero público.

   Doña Australia Navarro lleva en nominilla política desde el año 2000. Y ahora, más que nunca, prevé la posibilidad de acceder a otro cargo muy importante en el Gobierno canario: solo espera el legítimo pacto que CC y PP realizarán tras las elecciones autonómicas de 2015 y cuyo resultado, se insiste, concluirá con mayoría absoluta entre ambas formaciones. Y como de todos es conocida la afinidad entre el señor CClavijo (atístico ccandidato)y el PP, todos dan por sentado que la entente cordial formará un Gobierno nacional-nacionalista en Canarias legalmente constituible,pues ambas formaciones sumarán más de treintaiún parlamentarios: no harán falta, pues, los votos de NC.

De ahí que la señora Navarro, hábil, previsora y mañosa en tales menesteres, ya le está haciendo la cama al probable nuevo presidente canario con sus nada laudatorias críticas al señor Rivero, enemigo político número uno del aspirante señor CClavijo, el nuevo aliado del PP para acceder al poder. Porque salvo en las elecciones del 2011, cuando el señor Soria fue candidato a la presidencia del Gobierno de Canarias y su lista fue la más votada, nunca tuvo el PP la mínima oportunidad de ser la opción elegida por los canarios. Y eso, claro, mortifica, angustia, reconcome.

 

Ya lo escribió Fedro, un clásico: Peras imposuit Iuppiter nobis duas… (‘Júpiter nos puso dos alforjas: / una detrás, con los vicios propios / y otra delante, con los ajenos…’). Ambas están llenas. Pero, ¿cuál ve la señora Navarro? 

 

 

 

 

* Publicado con autorización del autor