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sábado, 20 de abril de 2024 09:50h.

Una movida más en el Cabildo grancanario - por Nicolás Guerra Aguiar

El señor Ramos Quintana, don Juan de Dios, exalcalde psocialista de Teror, acaba de ser designado como director – gerente de la Fundación Canaria para el Fomento del Transporte Especial Adaptado, organismo dependiente de la consejería cabildicia de Transportes y Movilidad, cuyo titular pertenece al mismo partido político que el señor Ramos.

Una movida más en el Cabildo grancanario - por Nicolás Guerra Aguiar *

   El señor Ramos Quintana, don Juan de Dios, exalcalde psocialista de Teror, acaba de ser designado como director – gerente de la Fundación Canaria para el Fomento del Transporte Especial Adaptado, organismo dependiente de la consejería cabildicia de Transportes y Movilidad, cuyo titular pertenece al mismo partido político que el señor Ramos. Lo que debió haber sido un simple relevo institucional –la Fundación fue aprobada el 30 de junio de 2005 bajo el mandato del Partido Popular- se ha convertido en motivo de polémica, discusión y crítica que afecta a la persona seleccionada, al procedimiento de selección en sí mismo (BOP 11 de enero de 2016) y, sobre todo, a la transparencia institucional.

   Así, por ejemplo, la señora alcaldesa de Teror (expsocialista y hoy militante de Nueva Canarias, socio de gobierno en el Cabildo) se negó a pactar en 2015 con el señor Ramos en aquel municipio a causa de que el candidato del PSOE tiene pendiente “imputaciones judiciales”. El señor Ramos dimitió como concejal para que NC y PSOE se entendieran, pero no pudo ser. Por otra parte, un sector del PSOE grancanario lo ve como simple continuidad de trasnochadas fórmulas opuestas a la prometida renovación que impulsa el señor Sánchez, candidato a la presidencia del Gobierno. Por tanto, señor consejero, que la selección del señor Ramos Quintana "no ha generado ningún tipo de problemas" en las filas psocialistas parece que no tiene mucho sustento argumentativo, deduzco.

   El señor Ramos Quintana, según la consejería, fue el único candidato que cumplía todos los requisitos y los “méritos preferentes”.  Entre los primeros, los generales (funcionario. Si no lo es, acreditada experiencia en el desempeño de puestos de alta responsabilidad pública o privada) y los específicos (experiencia de más diez años en la gestión de presupuestos de administraciones públicas). Como “mérito preferente”, la experiencia de más de diez años en puestos de alta responsabilidad en empresas públicas.

   No se exigió, sin embargo, ninguna titulación como otras veces muy próximas, aunque se trata de un cargo muy específico. De todas maneras, y según el señor consejero, más que gestionar grandes presupuestos su trabajo consiste en “dar a conocer la labor que está haciendo el Cabildo en el transporte adaptado y buscar fondos públicos y privados”. Tarea para lo cual no entiendo la exigencia de al menos diez años de experiencia en la gestión de presupuestos.

   Es un cargo bien remunerado (a fin de cuentas, 42 000 euros anuales, exactamente 3000 euros mensuales en 14 pagas) y muy apetecible para muchos funcionarios o laborales fijos (convocatoria) no solo del Cabildo, sino de cualquier administración. E, incluso, la propia consejería cabildicia pudo haber realizado un concursillo: es la tan demandada promoción interna por cualidades y seriedad. Porque funcionarios que conocen aquellas interioridades, su funcionamiento e incluso hasta posibles fallos y deficiencias los hay, y de gran preparación profesional en cuanto que están titulados, opositaron y ejercen en cargos de responsabilidad. Más: muchos de ellos son técnicos, ingenieros, economistas, licenciados en Empresariales, especialistas en relaciones públicas…, titulaciones que avalan su formación.

   Sin embargo, tengo la impresión de que sabían –“Radio Macuto” funciona con diafanidad por pasillos y despachos- sobre la presentación del señor Ramos Quintana. Y, por tanto, eran conscientes de que en un hipotético caso de empate ninguno podría superar los 24 años que aquel estuvo como alcalde de Teror. (Aunque la “Alta responsabilidad pública” exigida para los no funcionarios podría discutirse, pues muy elevada la tuvieron políticos hoy en la cárcel, encauzados o sospechosos. Y con todos mis respetos, ¿es tan “alta” la de un honorable concejal de Albaceña de los Carneros -245 habitantes- como la del alcalde de Villa Comendador -8500 vecinos-? ¿Y la de éste frente al presidente de un cabildo o del Tribunal Constitucional?) Además, me sorprende que –según el señor consejero- “Ninguno de los seis restantes [aspirantes] acumulaba el requisito de los diez años de experiencia que exigía la convocatoria”. O lo que es lo mismo, ¿formalizaron y presentaron las solicitudes sin haber leído detenidamente los requisitos? ¿Pasaron de ellos? ¿Los seis? ¿Ninguno supo de la conditio sine qua non de los diez años?  (La convocatoria ocupa dos páginas.)

   El señor Ramos Quintana, don Juan de Dios, fue alcalde de Teror desde 1991 hasta 2015 y, según leo, con una importante labor en su actividad como edil supremo. Cinco mayorías absolutas dan fe de cómo, en el sistema democrático, no es necesario pertenecer a élites sociales o intelectuales para acceder a la presidencia de un municipio. Y, a la vez, refleja cómo las asociaciones de vecinos –su lugar de procedencia- pueden ser exquisitos manantiales de gentes organizadas, despiertas y avispadas aunque sin títulos. Sin embargo, su nombre se ha visto metido en este tejemaneje algo extraño desde su inicial inicio a pesar de la experiencia acumulada por otras convocatorias. Él supo por el BOP que la consejería cabildicia iba a publicar la convocatoria para la designación de un candidato al cargo ya nombrado. Y presentó su candidatura, pues ningún requisito se lo impedía (¿el único aspirante que supo leer?).

   Tengo la impresión –y es la segunda vez- de que ciertas cosas se están haciendo a la ligera. Poco tiempo atrás, perplejaron las formas para nombramientos en concretas direcciones generales (mi comentario negativo me costó un exalumno): fue que las convocatorias estaban tan encorsetadas como –sospeché- designadas nominalmente. Ahora, esta aparente continuidad en la designación. 

 

* En La casa de mi tía por gentileza de Nicolás Guerra Aguiar