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miércoles, 24 de abril de 2024 00:54h.

No diga después que no lo sabía - por Manuel Marrero Morales

MANOLO MARREROEl próximo 26 de junio tendrá lugar la segunda vuelta obligada de las elecciones del pasado 20 de diciembre. Y resulta decepcionante ver cómo los resultados de intención de voto de las encuestas siguen dando al corrupto PP una mayoría de votos.

No diga después que no lo sabía - por Manuel Marrero Morales *

El próximo 26 de junio tendrá lugar la segunda vuelta obligada de las elecciones del pasado 20 de diciembre. Y resulta decepcionante ver cómo los resultados de intención de voto de las encuestas siguen dando al corrupto PP una mayoría de votos.

Uno llega a pensar que hay un alto porcentaje de la población,-corruptos anónimos- que si llegara a tener puestos de responsabilidad pública haría lo mismo que los corruptos conocidos: enriquecerse a costa del erario público. Que en Andalucía se haya producido el mayor saqueo conocido (unos 3.200 millones de euros) de los fondos públicos y que la lista de la señora Susana Díaz siga siendo la más votada, o que el PP de la Gūrtel, de la Púnica, de los Bárcenas, de los papeles de Panamá, siga siendo el partido más votado, o que en Cataluña el nada honorable Pujol y su clan familiar se hayan enriquecido de manera impune, no se podría explicar sin la connivencia de una buena parte del electorado y el favorecimiento de los responsables del Estado de ejercer el control democrático (judicatura, fiscalía, tribunales de cuentas, funcionariado de distintos niveles,...). Parece que está asumido que ejercer un cargo de servidor público debe tener entre sus objetivos enriquecerse, favorecer a sus amigos y familiares, saquear sin piedad las arcas públicas. También está la posición de quien mira para otro lado, como si todas estas tramas corruptas nada tuvieran que ver con él.

A la corrupción del PP hay que añadirle varios agravantes. El primero de ellos es que ha ganado las elecciones dopado económicamente, desde una posición de ventaja al disponer de dinero ilícito con que financiar sus campañas, un auténtico fraude electoral. El segundo es que, en connivencia con el PSOE de Zapatero, decidieron cambiar el artículo 135 de la Constitución, para que el pago a los bancos acreedores, fundamentalmente extranjeros, tuviera preferencia sobre los derechos básicos de la ciudadanía (sanidad, educación, dependencia, servicios sociales, desahucios, pobreza energética, alimentos).

Se supone que usted y yo somos personas conscientes de que se ha recortado el dinero público destinado a la sanidad y esto nos ocasiona largas listas de espera, copago farmacéutico y, en general, deterioro progresivo del servicio e incremento de la privatización. La corrupción y el saqueo del bien común hace que hayamos pérdido un derecho fundamental: una atención de calidad para nuestra salud.

Si miramos hacia los centros educativos nos encontramos con despidos de profesorado y empeoramiento de sus condiciones de trabajo y, por tanto, de la atención necesaria al alumnado en el servicio público de la educación, mientras ingentes cantidades del dinero público se siguen destinando al negocio privado de la educación. Otro derecho fundamental afectado por la corrupción y el robo del erario público.

Más de 10 millones de personas formamos parte de las clases pasivas. El Gobierno del PP ha saqueado la hucha de las pensiones. El Sr. Rajoy, asesorado por las aseguradoras y los bancos, nos ha congelado las pensiones durante los tres últimos años. Y, además, aprobó una reforma del sistema de pensiones, que exige más años trabajados, mayor tiempo de cotización y bajada de las futuras pensiones.

En estos cuatro últimos años de Gobierno del PP hemos sufrido una salvaje reforma laboral, con pérdida de derechos conquistados en décadas por las luchas de la clase trabajadora. Todos conocemos a personas que antes tenían trabajo y se han quedado en paro, a personas que las han desahuciado de sus viviendas, a familias que dependen de la pensión de los abuelos, a jóvenes obligados a emigrar como en los años 50 y 60, a la vez que tenemos nformación de las ingentes cantidades de dinero que se han entregado a los bancos para reflotarlos y volverlos a privatizar.

Gente que conoce la realidad fiscal, como los Técnicos de Hacienda, afirman que el 75% del fraude fiscal corresponde a las grandes fortunas y, mientras, constatamos cómo el pequeño comercio, los trabajadores autónomos, se las ven y se las desean par llegar a fin de mes.

Las calles de nuestras ciudades aparecen inundadas de carteles "se alquila, se vende, se traspasa", a la par que las colas del paro aumentan cada día más. La pobreza y la exclusión social es creciente. La desnutrición infantil se ha convertido en un azote social.

Por tanto, no podemos seguir mirando para otro lado, ignorando el expolio, la corrupción, las políticas antisociales. Es inconcebible que un 30% de los votantes siga apoyando al PP, que tanto dolor ha venido infligiendo a la población. Que lo apoyen los de arriba, los ricos, los beneficiarios de las obras públicas y de las millonarias adjudicaciones, los que forman parte de los circuitos de la corrupción, es normal porque son de la misma tribu depredadora que los que nos gobiernan. Que los apoyen los que sufren los recortes, las reformas y las privatizaciones, que los apoyen los que hemos perdido una buena parte de nuestros derechos básicos, resulta inconcebible.

Así que, haga el favor de no mirar para otro lado y no me diga después que no lo sabía. Si usted es de los de abajo, como yo, y vuelve a votar al PP, vaya luego "a quejarse al maestro armero".

* En La casa de mi tía por gentileza de Manuel Marrero Morales

MANOLO MARRERO