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viernes, 19 de abril de 2024 17:14h.

Ya no tiritan los viejos cuchillos gitanos - por Nicolás Guerra Aguiar

nicolás guerra aguiar pequeña Dos frentes muy complejos vive ahora mismo el señor Sánchez, secretario general del PSOE. Uno, la condición de traidor a la Patria y a España: lo acusan de obstruccionismo al avance económico empresarial y a la creación de millones de puestos de trabajo, aunque el puesto de trabajo se haya puesto al rojo vivo. Y vive, por tanto, inmerso en una estratégica campaña de desprestigio –con beneficiosos resultados para el PP- en cuanto que se niega rotundamente a la presidencia del señor Rajoy.

Ya no tiritan los viejos cuchillos gitanos - por Nicolás Guerra Aguiar

 Dos frentes muy complejos vive ahora mismo el señor Sánchez, secretario general del PSOE. Uno, la condición de traidor a la Patria y a España: lo acusan de obstruccionismo al avance económico empresarial y a la creación de millones de puestos de trabajo, aunque el puesto de trabajo se haya puesto al rojo vivo. Y vive, por tanto, inmerso en una estratégica campaña de desprestigio –con beneficiosos resultados para el PP- en cuanto que se niega rotundamente a la presidencia del señor Rajoy.

   El segundo frente ya es casero. Por tanto, más doloroso pues tiene en contra a muchos responsables en activo y a significados miembros de la vieja guardia psocialista. Así, barones y princesa mora -más interesados en el bipartidismo y alternancia en el poder- se identifican con El Supremo, expresidentes autonómicos y exministros. Todos, eso sí, absolutos enemigos de Podemos, azufrados comunistas según dictan sagradas tradiciones y viejas estructuras que solidificaron el monolítico poder iniciado allá por los ochenta: corrupciones, corruptelas, robos a las arcas estatales… y encarcelamientos de exministros. Por eso el pueblo, entregado en cuerpo y alma al PSOE desde 1981, se rindió. En consecuencia, cede todo al señor Aznar (1996): el PSOE perdió 18 diputados; el PP ganó 15. Tres años antes (1993) los peperos habían obtenido 34 parlamentarios más; el PSOE perdió 16. Es decir, 34 escaños desaparecidos en dos elecciones.

   Sin embargo, el planteamiento del señor Sánchez frente a la candidatura presidencial del señor Rajoy y, por ende, el enfrentamiento con barones psocialistas, me parece elemental y coherente: el PSOE lidera la oposición en el Congreso de los diputados tras las últimas elecciones. Por tanto, lo obvio es la negativa... pues existe una opción de Gobierno ajena al PP. Avalan tal negativa dos poderosísimos argumentos más: uno, la concepción socialista del mundo es antagónica a la del PP. Dos: el actual PP no es, ni mucho menos, un partido al cual se pueda apoyar en sus actuales circunstancias para que sea Gobierno.

   Como si desde Andalucía pretendieran recrear embrutecidas pasiones que regaron con sangre algunos textos del Romancero lorquiano, los viejos cuchillos que poéticamente definieron a los gitanos hoy vuelven a mostrarse como en el poema “Reyerta”, cuando las navajas de Albacete –“bellas de sangre contraria”- brillan, resplandecen y centellean “como los peces”. Y por más que en torno a la muerte Federico García Lorca fuera capaz de embellecer el texto con imágenes tan vanguardistas y osadas, la muerte violenta forma parte de la tradición gitana. Así, al menos, parece deducirse de la conclusión final (acaso el narrador; tal vez algún testigo): “Señores guardias civiles, / aquí pasó lo de siempre. / Han muerto cuatro romanos / y cinco cartagineses”. Y de lo gitano, claro, saben el señor González, la señora Díaz… A fin de cuentas, su tierra sevillana, Granada y Córdoba son el tríptico gitano del Romancero.

   Tal vuelve a suceder hoy, en efecto. Con la experiencia acumulada en sombrías etapas de absolutismo y degeneración institucional, cuchillos y navajas -hábilmente manejados por sevillanos- se quitaron de encima el polvo acumulado. Si hasta ayer habían sido simples piezas de museo que se exponían como símbolos de otras épocas afortunadamente ya acabadas, hoy y ahora vuelven a mostrar vidas para matar vidas, ilusiones, esperanzas, acaso incluso hasta justicia social. Porque bajo la excusa de “Salvar a España” en su unidad de destino en lo universal, sectores psocialistas visten ropajes de cruzados a la manera de otros y afilan aceros contra el enemigo, ya no “compañero” ni contrincante.

   Quienes así actúan tienen derecho, claro, a mostrar desacuerdos en cuanto que se trata de ideas y opiniones. Pero una cosa es una cosa y otra bien distinta es el cornetín de carga final lanzado desde las más altas instancias, acaso morada de dioses y del Supremo conjuntados con otros poderes. Pues bajo la tutela de intereses económicos y del señor González –malabarista de la palabra que consiguió despertar ilusiones a una sociedad pisoteada por la dictadura-, la Cruzada contra el infiel Sánchez acaba de llegar a la más absoluta de las sinrazones con desprecio a un elemento esencial del PSOE: el socialismo.

   Así, nos encontramos con un panorama absolutamente desolador: en radical enfrentamiento con quienes estiman que el PSOE es oposición política al PP hay, desde sus mismas interioridades, otros: reclaman y exigen la abstención psocialista para que el señor Rajoy sea investido presidente. Es decir, que corruptos sectores del PP sean premiados por “Cien años de honradez” y se les facilite el Gobierno.  (Es el mismo partido político anteayer encausado judicialmente por los supuestos 35 borrados de los ordenadores controlados por el señor Bárcenas, dedo acusador en torno a la financiación ilegal del partido.)   

   Nunca fue el señor Sánchez santo de mi devoción. No mostraban sus ojos convicciones socialistas cuando estaba embarcado en legítimas pretensiones presidenciales. Muy al contrario, cierta prepotencia y pose displicente se dejaban ver en sus relaciones con los demás, como si estuviera por encima de humanas debilidades, acaso la escuela del Supremo. Y el frío contenido de “Nosotros, los de izquierdas” en su boca sonaba absolutamente vacío de convicción ideológica. (Por cierto: algunos barones psocialistas se emputan -americanismo implantado en Canarias- cuando el señor Sánchez insinúa que están muy identificados con los intereses del PP. ¿Recuerdan qué es ser de izquierdas?)

   Caos, pues, en las filas del PSOE y absoluto bloqueo a la tercera vía, satanizada por poderosos sectores. Por tal razón los catalanistas explotan el tema del referéndum. Consulta, por otra parte, en la que ni de coña se embarcarían si les fuera autorizada: la torpeza no es, precisamente, elemento definidor de tales mentes muy ordenadas. Por tanto, la tercera vía me parece apropiada. Sería la pacífica revolución que echaría por tierra el “Plan oculto para romper España”, una patria, un estado, un caudillo, según los pálpitos del PSOE castellanomanchego.

  * En La casa de mmi tía por gentileza de Nicolás Guerra Aguiar

 

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