La nueva cepa de Covid británica, misterioso arcano - por Erasmo Quintana
La nueva cepa de Covid británica, misterioso arcano - por Erasmo Quintana *
Las entidades financieras se están poniendo las botas con esta persistente y galopante crisis económica, por lo que ¿quién niega que, incluso en las peores situaciones de este país, hay siempre quienes sacan grandes tajadas, e incluso se convierten en más y más millonarios? Aquéllas han puesto en marcha mejoras en la remuneración de los ahorros a plazo, mientras que la de depósitos a la vista (las cuentas corrientes) siguen a ras del suelo. Parece que no hay que poner las pretensiones de lo correcto en el bien del pueblo, puesto que es imposible dada la insaciable rapiña. Por ello es un error creer que el estado perfecto del ser humano es cuando se le contempla y no se le hace objeto de abuso. Tampoco creemos que sea la felicidad, pues ésta no es a tiempo ininterrumpido; la misma es a ráfagas que vienen y van según las circunstancias que la provocan y el estado de ánimo.
Hay que dar alas a la imaginación para comprender ciertas cosas. Una densa oscuridad ocupa todo el espacio haciéndolo imperceptible, oculto y enigmático a nuestro entendimiento. ¿Es de los gobiernos la culpa del avance imparable de la pandemia? Por lo que manifiestan los creadores de opinión, eso es lo que parece. Sin embargo no reparan en lo que sí tiene sentido: el desentendimiento de la población y poca responsabilidad conductual ante un virus invisible que mata. El último incontrolable avance de la Covid-19 es resultado de unas fiestas navideñas y de fin de año, que la población quiso celebrar como si no tuviéramos el problema. Se destruyeron 622.600 empleos, aumentando la tasa de paro al 16,13% en el 2020. Hasta la fecha, en España se ha destruido más de un millón de puestos de trabajo.
Por si todo esto fuera poco, ahí tenemos a la Unión Europea enfrentada a las farmacéuticas, que parecen estar desviando a terceros países la cuota de unidades de la vacuna contratadas, con la consiguiente deslealtad a la UE, que contribuyó con importante cantidad de millones para la fabricación de las mismas. El problema lo tienen tan claro, pues podrán impedir que salgan vacunas del territorio europeo. Y en fin, a ver si en este país de mis entretelas aprendimos algo de las tres olas de la pandemia, que hagan imposible una cuarta.
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana