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viernes, 29 de marzo de 2024 00:12h.

Nunca tan pocos engañaron tanto a tantos - por Ramón Trujillo

Los tres partidos políticos que se han sucedido y combinado en los gobiernos de Canarias han acumulado un rico capital de (ir)responsabilidad, que se resume en la idea de que han condenado al Archipiélago a vivir por debajo de sus posibilidades. El eslogan de Coalición Canaria, para las próximas elecciones, muestra en toda su crudeza la cultura de no rendición de cuentas del ultracaciquismo ultraperiférico: “de aquí en adelante”. Como si hubieran gobernado otros, reconociendo implícita y subrepticiamente que lo han hecho mal, pero pretendiendo reencarnarse en virtuosos opositores de sus propias políticas.

Nunca tan pocos engañaron tanto a tantos - por Ramón Trujillo, candidato de Izquierda Unida Canaria-Los Verdes al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y al Parlamento de Canarias

   Los tres partidos políticos que se han sucedido y combinado en los gobiernos de Canarias han acumulado un rico capital de (ir)responsabilidad, que se resume en la idea de que han condenado al Archipiélago a vivir por debajo de sus posibilidades. El eslogan de Coalición Canaria, para las próximas elecciones, muestra en toda su crudeza la cultura de no rendición de cuentas del ultracaciquismo ultraperiférico: “de aquí en adelante”. Como si hubieran gobernado otros, reconociendo implícita y subrepticiamente que lo han hecho mal, pero pretendiendo reencarnarse en virtuosos opositores de sus propias políticas.

   La candidata del PSOE a presidir el Gobierno de Canarias dice que “acabaremos con los desahucios de los que menos tienen”, como si no estuvieran gobernando y como si no hubieran tenido oportunidad de hacerlo. De hecho, cuando han estado en el Gobierno central agilizaron los desahucios, recortaron derechos laborales y pensiones futuras, privatizaron empresas públicas, toleraron el fraude fiscal de los adinerados, protagonizaron la antisocial reforma del Artículo 135 de la Constitución y avalan el Tratado entre la Unión Europea y Estados Unidos, que establece condiciones estructurales para desmantelar la sanidad pública. El único argumento de peso que les queda es que el PP es peor.

   CC, PP y PSOE nos han engañado por encima de nuestras posibilidades: con sus regalos fiscales a los adinerados, con sus aportaciones al Producto Criminal Bruto de Canarias, con la retórica que enmascara la insensibilidad social y con la imposición de instituciones democráticas de carácter ceremonial. Nunca tan pocos engañaron tanto a tantos.  

   Nadie promete una política fiscal para beneficiar a los más adinerados a costa de la mayoría social. Nadie se presenta a las elecciones prometiendo más pobreza, recortar salarios y derechos laborales. Nadie se compromete a recortar el gasto en sanidad y educación. Nadie nos promete que reducirá las pensiones futuras. Nadie va a las elecciones llevado de eslogan: “tus hijos vivirán peor que tú. Vótanos”. Nadie prometió nada así. Pero se tomaron decisiones políticas con todos esos ingredientes. Es decir, nos engañaron. Y, si ahora se vuelve a dar credibilidad a los cantos de sirena de quienes nos engañaron hace cuatro años y se les vuelve a votar, el mensaje que recibirán de la ciudadanía es muy claro: “hagan lo que quieran, pero, por favor, no dejen de engañarnos”.   

   El nivel de renta de Canarias no justifica que sea la segunda región europea con más desempleo entre 272 regiones. Ni que haya 52.000 hogares sin ingresos. Ni explica que tengamos la mayor tasa de pobreza infantil del Estado, o que el 22% de los hogares suspenda dietas, tratamientos o la compra de medicamentos por no poder pagarlos. Tampoco justifica que, desde 2009, más de 60.000 personas se hayan tenido que marchar al extranjero, ni que tengamos la cuarta tasa más elevada del Estado de violencia de género. Ni justifica que lideremos la ratio estatal de estudiantes por docente, ni que la desigualdad creciera más rápido en el Archipiélago que en el Estado, durante la crisis, ni que nuestros niveles de corrupción casi multipliquen por cinco los promedios estatales.

   Nuestro nivel de renta tampoco explica que, en un Archipiélago donde las casas vacías equivalen a la suma de las ciudades de Telde y Santa Cruz de Tenerife, se desahuciara a 9.000 familias en los cinco primeros años de crisis, mientras los propietarios de más de cincuenta inmuebles aumentaban un 18%. Tampoco se explica que, dos meses antes de las elecciones, se sortearan más de doscientas viviendas públicas en las dos capitales canarias. ¿Cómo se puede sortear la materialización de un derecho? ¿Imaginan sortear empleos públicos o a quiénes se da derecho a la sanidad pública? ¿Adivinan ya dónde está el Pleistoceno de la democracia?

   El presidente del Parlamento canario declaró hace unas semanas que le “ofende” la idea de un canario un voto. ¿Imaginan a quien preside el Parlamento francés afirmando que le ofende la idea de un francés un voto? En 2011, en el trimestre de las elecciones locales, se crearon 20.000 empleos públicos en Canarias que luego desaparecieron rápidamente. Fue un uso caciquil de la angustia del desempleo para generar empleos caza-votos absolutamente efímeros. Y eso que el Gobierno había dicho, en 2008, que, para 2013, igual alcanzábamos el pleno empleo. Con el mismo rigor con que ahora hablan de otros 250.000 empleos para 2020. Rigor mortis, obviamente.

   Hoy el turismo deja más ingresos en Canarias que en 2008, pero con 42.000 empleos menos. La parte del PIB canario correspondiente a salarios ha perdido casi cuatro puntos porcentuales durante la crisis. Mientras el Diputado del Común dice que la incompetencia explica que Canarias perdiera fondos para atender a dependientes, la Audiencia de Cuentas señala que la Prestación Canaria de Inserción carece de objetivos y sistema de evaluación. Por otra parte, Canarias podría ser multada por la UE por incumplir la Directiva Marco de Aguas por incompetencia de sus gobernantes. La presidenta de la Comisión de Parques Nacionales de la Fecam afirma que las Islas perdieron tres millones de euros de fondos estatales por mala gestión. Todos estos problemas, y muchos otros, no tienen nada que ver con la falta de recursos, sino con una gestión irresponsable e insolidaria.

   En Canarias me temo que no sería excesivo decir que más vale malo por conocer que malo conocido. Pero, en cualquier caso, lo que sí es una certeza es que la única manera de salir de la espiral actual de ineficacia, desigualdad y ultracaciquismo pasa por dejar de votar al tripartito responsable de tantas desventuras ultraperiféricas. Hay un proverbio chino que dice que, para salir de un pozo, hay que dejar de cavar. Así es. Para salir del pozo en que nos han metido hay que dejar de votar a los mismos.

   Es tiempo de plantear en serio la lucha contra el fraude fiscal. También es tiempo de cuestionar los aspectos del REF que generan disfunciones económicas y desigualdad y las privatizaciones que precarizan empleos y judicializan y encarecen la gestión. Hay que asumir que el desarrollo del Estado del bienestar es parte de la solución y que la refundación democrática del Archipiélago no puede esperar más. El cambio de modelo energético y de transporte y cierto nivel de diversificación económica deben abordarse en serio en Canarias. Y, al menos, ya tenemos claro quiénes no lo van a hacer. 

Ramón Trujillo, candidato de Izquierda Unida Canaria-Los Verdes al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y al Parlamento de Canarias.

@RamonTrujilloIU

* Publicado por gentileza del autor