La Palma y el futuro de las Islas Verdes - por Luis León Barreto
Ida y vuelta
La Palma y el futuro de las Islas Verdes - por Luis León Barreto, escritor y periodista *
Hay lugares que tuvieron un pasado notable en la economía, la cultura y la sociedad y que hoy manifiestan melancolía porque se quedan atrás, su población envejece y disminuye, son lugares poco apetecibles para los jóvenes porque no ofrecen integración. La Palma es un arquetipo, una isla con calidad de vida, el mito
La idea se amplió con un sello editorial. Entre 2009 y 2018, se han publicado más de una treintena de monografías repartidas entre media docena de colecciones. Así los títulos relacionados con la historia marítima, el tabaco, el queso, el gofio, el patrimonio natural y arqueológico o la edición de fuentes documentales. Importa señalar además que a pesar de que la revista Cartas diferentes se circunscribe a un ámbito académico muy específico, posee un alcance más amplio. Ello prueba una vez más, según Poggio, que desde La Palma pueden gestionarse proyectos más ambiciosos. Gracias al mecenazgo institucional así
Talio Noda
El objetivo de las actividades emprendidas por Cartas Diferentes, muchas de ellas junto al Foro Cívico (movimiento ciudadano paralelo al de la editorial), ha sido el de subrayar la personalidad y ese modo de hacer las cosas a la palmera. A través de este conjunto de publicaciones, de variadas acciones (como la organización del Primer Congreso Internacional de la Bajada de la Virgen) o de propuestas concretas (como la planteada sobre la Real Sociedad Cosmológica) se ha pretendido ofrecer pautas y marcar recursos que merezcan ser considerados o potenciados. En este contexto, para Manuel Poggio la ciudad de Santa Cruz de La Palma debería valorar con un poco de más de celo esas señas que la convirtieron en un espacio singular dentro del archipiélago. Uno de los aspectos que ahora corren más riesgo es el de la conservación de su patrimonio arquitectónico, tan rico en soluciones y en influencias. Pero sin duda, la Bajada de la Virgen es el paradigma de las aportaciones locales, una fiesta única y de enorme riqueza en su programa tradicional, que debería ser protegida con mayor diligencia.
Una tendencia extendida durante las últimas décadas ha sido la de anhelar tiempos pretéritos, el siglo XIX, llamado siglo de Oro de la cultura palmera, la importancia de la masonería, el intenso movimiento periodístico que originó un pensamiento progresista frente al caciquismo, la excelencia del vino y las labores del tabaco, la cultura de ida y vuelta con la emigración americana, particularmente intensa hacia Cuba pero también hacia la República Dominicana, Puerto Rico y por supuesto Venezuela. Cabe destacar la relevancia histórica del puerto, de cuyos astilleros salieron los veleros más rápidos de la época, capaces de cubrir la distancia con Cuba en apenas dieciséis días. También hay que mencionar el arte de Flandes que aquí se guarda o el recuerdo de pioneras iniciativas industriales, como la llegada de la luz eléctrica. En el análisis comparativo con otras islas bajar un escalafón siempre es doloroso. Se valora su cielo limpio para la observación astronómica, pero la población está envejecida y no hay una oferta laboral diversificada. El modelo basado en el cultivo del plátano se revela insuficiente, Lanzarote y Fuerteventura casi duplican la población palmera.
Le pregunto cómo deberían hacerse las cosas para que las llamadas Islas Verdes –La Palma, La Gomera y El Hierro- tengan futuro. ¿Qué directrices podrían converger en un nuevo modelo económico? Opina que debe tenerse en cuenta que esta isla presenta limitaciones espaciales y orográficas muy acusadas, hay que innovar teniendo en cuenta la medida local. Por ello, junto a la agricultura, deben potenciarse los recursos naturales y culturales. El año próximo toca la Bajada, la fiesta más importante junto con el lunes del carnaval, los Indianos, y vendrán visitantes que reconocerán su belleza. Pero no basta con ser uno de los tres mejores lugares del mundo para la Tercera Edad, con miles de residentes europeos y de retornados americanos, también hace falta que los jóvenes que salen a estudiar fuera puedan regresar, es preciso integrarlos. Tradición y modernidad han de darse la mano, hay que tener imaginación para crecer desde el pasado.
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Luis León Barreto