Papá cómprame un partido - por Julián Ayala
Papá cómprame un partido - por Julián Ayala, (2007)
Pero no enredemos las cosas con cuestiones colaterales. Lo que queremos decir, y decimos, es que un sujeto, sea quien sea, acostumbrado desde la más tierna infancia a tener el juguete más caro y vistoso entre todos los niños de su clase, con sólo pedirlo al autor de sus días, pasará con naturalidad de disfrutar, por ejemplo, del tren eléctrico con todos sus complementos (aspiración de los niños de antes), o de la consola electrónica más novedosa y sofisticada (caso de los niños de ahora), a gozar del vértigo de la velocidad en un deportivo último modelo y a no pararse en barras para satisfacer todos sus caprichos, por extravagantes que sean, mientras su cuerpo y el bolsillo de papá aguanten.
¿Hay algo más extravagante que ser dueño de un partido político? Vale, es una pregunta retórica, seguro que hay cosas mucho más extravagantes, por ejemplo, qué se yo, coleccionar mariposas, asesinar ancianitas o escribir bets sellers de fulminante éxito, pero para cualquiera de estas aficiones es preciso poseer unas cualidades y realizar un esfuerzo de la voluntad que el señorito nunca ha cultivado. ¿Para qué, si para llegar a lo que es en la vida, le ha bastado con pedírselo a papá?
- Papá, anda, cómprame un partido.
- ¿Cuál, m’hijito? Mira que los partidos son carísimos y, además, los mejores ya tienen dueño todos…
- Uno chiquito, papi... ¡Mira, ese de ahí!
- (Ajustándose las gafas de ver de cerca) Cen- tro Ca-na-rio Na-cio… ¿¿Estás loco, Nacho?? Nosotros nunca hemos querido nada con estos nacionalismos disolventes. ¡España no hay más que una, grande y libre!
- ¡Cómpramelo, pa’, cómpramelo! (dando pataditas en el suelo), eso lo arreglo yo después.
Y así consiguió Ignacio González Santiago ser dueño del CCN. Al que “arregló”, desde luego, pues ahora se llama simplemente Centro Canario, sin que la N de las siglas tenga, al parecer, mayor significado. Lo más probable es que la traducción sea “Centro Canario de Nacho”, pero no lo dicen porque está feo.
Al frente del mismo el señorito se presenta a la alcaldía de Santa Cruz de Tenerife. Pasan cosas tan raras en esta vida, que de repente sale concejal y todo. ¡Dios nos coja confesados!
(Pásalo, nº 12. Febrero de 2007)