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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

El PCE ante su bancarrota política o de cómo otro Santiago hundió de nuevo al Partido Comunista - por Ángel Sánchez

 

F ÁNGEL SÁNCHEZ

Ilustración: Fernando Francisco Serrano

 

El PCE ante su bancarrota política o de cómo otro Santiago hundió de nuevo al Partido Comunista - por Ángel Sánchez *

 

Urge, hoy más que nunca, que la base militante del PCE fuerce la dimisión inmediata del Secretario General y la apertura de expediente de expulsión a los dos ministros responsables de mandar armas a nazis ucranianos.

El pasado 27 de febrero el Comité Central del PCE aprobó las normas y plazos de celebración del Congreso del PCE en los días 8, 9 y 10 de julio.

Queda de esta forma abierta la posibilidad a militantes, cuadros, núcleos y órganos de dirección para discutir, de forma orgánica, y hacer públicas sus opiniones acerca de aquellos temas que son materia de debate en el próximo XXI Congreso, política general del Partido, análisis del momento actual, apuesta organizativa, política de alianzas o evaluación del grado de cumplimiento de los acuerdos del pasado XX Congreso.

Hay que considerar de extrema gravedad la política de desconocimiento de los acuerdos del XX Congreso impulsada por el actual Comité Central y su Secretario General Enrique Santiago.

Desde mediados del pasado 2021, este hecho, habitual durante todo el mandato del actual Secretario General, se ha vuelto más insoportable aún. Por boca del Secretario General se ha menoscabado los acuerdos y posicionamientos de nuestro partido en torno a la OTAN, la pertenencia de España en este agresivo instrumento del imperialismo norteamericano y europeo y la necesidad de que nuestro país cumpla los compromisos adquiridos con esta organización terrorista, que anuncia un reforzamiento y relanzamiento en la próxima cumbre a celebrarse en Madrid.

Lejos de rectificar, se han profundizado en el sometimiento vergonzoso del PCE al bloque imperialista europeo durante la crisis mundial abierta por la operación especial rusa en territorio ucraniano.

Bajo una calculada equidistancia, basada en la teoría de los dos demonios (Ni OTAN, ni Putin) usadas con anterioridad por la socialdemocracia y el trotskismo (valga la redundancia) europeo para agredir a los pueblos del mundo (Ni Assad, Ni ISIS pero bombardeos de la OTAN a Siria, Ni OTAN, ni Milosevic pero bombardeos de la OTAN a Yugoslavia, Ni Castro, Ni Yanquis pero Bloqueo y Posición Común contra Cuba…) se ha tratado de esquivar cualquier tipo de responsabilidad concreta de los cargos públicos del PCE en el Gobierno de España. Por el contrario, mientras nuestra organización elaboraba exquisitas declaraciones equidistantes, los señores Ministros Alberto Garzón y Yolanda Díaz aprobaban de conjunto con el resto del Gobierno el envío de armas (lanzagranadas, misiles antitanques y ametralladoras) al ejército ucraniano que semanas después aparecían en manos de soldados de unidades ultranacionalistas y filo-fascistas como el tristemente famoso Batallón Azov, protagonista de incontables crímenes en el Donbass ucraniano durante los últimos ocho años. Anteriormente se había aprobado el envío de tropas terrestres, dos navíos y 4 cazas a ese teatro de operaciones como medida de «disuasión».

Mientras se agita el fantasma de los dos imperialismos (el yanqui-europeo y el supuesto imperialismo ruso), algunos tratan de esconder que el Gobierno de Progreso, los ministros de UP y la fracción parlamentaria de esta candidatura, donde se encuadran los diputados del PCE, conforman un bloque sin fisuras con el imperialismo europeo (la UE), el norteamericano (la OTAN) y el gobierno pro-europeo y filofascista ucraniano surgido del golpe de estado del Maidan en 2014. Este bloque imperialista, de partido único de la UE, el Euro y la OTAN es el enemigo principal de los trabajadores de nuestro país y de los pueblos del mundo. Este es el fascismo que avanza y al que debemos combatir.

Ya en el pasado la socialdemocracia no tuvo dudas en pasarse al campo de la oligarquía apoyando gobiernos dictatoriales como el de Primo de Rivera en España, sofocando a sangre y fuego la Revolución Espartaquista en Alemania o colaborando con el Régimen de Vichy en Francia. Garzón, Díaz y Santiago son dignos herederos de los Ebert, Noske, Kautsky o Vandevelde tan criticados y combatidos por Lenin y los comunistas en aquel tiempo. La traición socialdemócrata a los objetivos del movimiento obrero no es un fenómeno nuevo.

El último episodio ignominioso y desvergonzado ha sido la recepción del presidente ucraniano Zelenski en el congreso de los diputados, saludado como un héroe por el conjunto del hemiciclo y aplaudido por los representantes del referente electoral (UP) y de apuesta estratégica (IU) del PCE. Horas después y para finalizar el chiste macabro, el PCE asumía de manera pública una declaración de Izquierda Unida donde se muestra toda «nuestra solidaridad» y «respeto institucional» con el banderista Zelenski, represor del pueblo ucraniano, responsable de la persecución de izquierdistas, comunistas, sindicalistas, opositores políticos y población rusófona. Hace menos de un mes, el PCE se manifestaba exigiendo la libertad de los hermanos Kononovich miembros del Komsomol ucraniano, hoy su carcelero recibe los aplausos del Ministro de Consumo y Coordinador de IU, Sr. Alberto Garzón Espinosa.

Ante las justas críticas y el enfado de buena parte de la organización, la dirección del PCE encabezada por Enrique Santiago ha emprendido una huida hacia adelante. La campaña antimarxista y de consumo interno para la militancia «Las Guerras siempre las pierden los pueblos» se entiende en ese sentido. Bajo las consignas de un pacifismo burgués vergonzante y en clara falsificación de la Historia de las luchas de los pueblos del mundo (¿Quién gano la guerra contra la dictadura batistiana en Cuba o contra el Régimen del Apartheid en Angola y Sudáfrica?) se intenta esconder la corresponsabilidad de los ministros “comunistas” en el Gabinete de Pedro Sánchez tras el anuncio de un nuevo envío de más de 200 toneladas de material bélico al régimen filofascista ucraniano.

Una campaña rastrera e hipócrita que termina con el mantra progre «Ni OTAN, ni Putin», pero que en la práctica significa más OTAN y más imperialismo, y que sirve para ilustrar la situación de muerte cerebral de la principal fuerza organizada de la izquierda española, anestesiada por los sillones que derivan del «pacto de progreso» con el PSOE y que camina como un zombie sin voluntad detrás de los designios de la sección española del Partido Demócrata de los Estados Unidos.

Ilustración: Fernando Francisco Serrano

Frente a esta política oportunista, acomodaticia, sin principios y que solo pretende soldar en el bien remunerado aparato del estado a un pequeño grupo de dirigentes de IU y del PCE, recordamos la política y los acuerdos emanados del XX Congreso:

Sobre la caracterización del Régimen Ucraniano:

En tercer lugar, la profundización en la dominación neocolonial de los antiguos países del campo socialista del Este ha vivido una intensificación en estos últimos años, bajo la instauración de gobiernos de corte «europeísta». Por su gravedad, destaca el caso de Ucrania, donde UE y EEUU han promovido un alzamiento de corte nacional-fascista que amenaza no solo la integridad de esta República ex-socialista sino toda la seguridad europea. La proliferación de gobiernos “europeístas” por toda Europa del Este ha acentuado un proceso de desnacionalización de la economía de estos países, acelerando la implantación de los monopolios europeos (principalmente franceses y alemanes), que han producido el paulatino empobrecimiento de las clases populares, el desmantelamiento de las bases materiales de la economía de la etapa socialista y la destrucción de los sistemas de protección social, hechos que junto la pérdida de soberanía por parte de los Estados, cristaliza en un ascenso de las fuerzas de corte ultranacionalista y filo-fascista. El neoliberalismo económico, por tanto, alimenta, genera y hace crecer a la ultraderecha.

Sobre la OTAN y sobre no mandar lanzagranadas a nazis

En el frente interior, el principal hito sigue siendo la lucha contra la presencia de bases militares extranjeras en territorio español y la lucha por la salida de la OTAN primero y su disolución después. No puede haber política de seguridad común mientras exista la OTAN. La lucha por la paz es una necesidad estratégica de la clase obrera y de los pueblos del mundo, en tanto en cuanto, genera contradicciones irresolubles en el bloque imperialista y permite avances en pos de un nuevo proyecto histórico en beneficio de las mayorías, o, en otras palabras, acerca la construcción del Socialismo.

Sobre la caracterización de Rusia

En cuarto lugar, la necesidad de reforzar lazos con países y pueblos que conforman una alternativa regional al imperialismo y que pueden suponer un apoyo tanto para una España que camine por la senda de la revolución democrática como de un PCE que recupere su papel de Partido de la clase obrera en España. Los países de los BRICS (donde se encuentra Rusia), Siria, Irán o China entran en este capítulo.

Sobre la no subordinación del PCE a IU

En la Primera Fase del XX Congreso, el PCE recuperó todas sus competencias. (…) Debemos subrayar que donde está IU no está necesariamente el PCE. El partido, que debe actuar sin intermediarios en la construcción de unidad, está donde está el partido.

Sobre la superación de IU

Es imprescindible resignificar Izquierda Unida e ir eliminando la duplicación que su actual estructura supone para el Partido. Para ello, propondremos en su seno una hoja de ruta para el debate con los siguientes hitos:

• Ir avanzando en IU hacia fórmulas de participación más flexibles. Trabajar con asambleas abiertas, con simpatizantes y entorno.

• Llamar a constituir coordinadoras rupturistas, en torno a un programa político concreto, en los ámbitos de intervención de las asambleas.

• En coordinación con el Frente/Área de Convergencia del PCE, se mantendrán reuniones con los actores del entorno (desde la base a las direcciones) para explicar esta propuesta y trabajar una hoja de ruta común de cara a un encuentro programático en las regiones y el ámbito estatal.

 Al mismo tiempo, se mantendrán contactos de carácter estatal y regional con partidos y colectivos con el mismo objetivo. Se trata, pues, de trabajar en dos campos:

• Iniciar el proceso de interlocución política y social con los colectivos para fijar debates políticos y organizativos sobre la construcción del nuevo MPyS.

• Trabajar en el seno de IU como un banco de pruebas del futuro MPyS. Plantear nuestra propuesta al entorno rupturista, trabajar por consolidar programas de ruptura.

Sobre Gobiernos de Progreso o Ruptura Democrática

Para el desarrollo de los ejes de la Revolución democrática arriba expuestos, el PCE se dota de un programa de transformación democrática de la política y la economía, que se encamina al socialismo, que será desarrollado en la II Fase del XX Congreso en forma de Manifiesto Programa, cuyos puntos centrales serán:

1. Democratización del Estado – República, órganos de poder popular en todos los niveles de la administración y garantizar el derecho de autodeterminación de los pueblos con el objetivo de la república federal.

2. Desprivatización de los sectores estratégicos de la economía: banca, energía, agua, telecomunicaciones, comunicación, gran distribución de alimentos, y del conjunto de los servicios públicos: educación, sanidad, servicios sociales y demás servicios básicos.

3. Reforma laboral y de las pensiones: reparto del trabajo para el pleno empleo, igualdad salarial de género, protección de la maternidad (permisos, bajas, ayudas), rebaja de la edad de jubilación

4. Plan de soberanía energética y alimentaria.

5. Plan integral para la sostenibilidad medioambiental: ciudades, industria, transportes y similar.

6. Lucha contra el sistema patriarcal: en la educación, en las administraciones del estado y en los medios de comunicación.

7. Romper con la UE y el euro, romper con el TTIP.

8. Salir de la OTAN y democratizar las fuerzas armadas.

9. Separación Iglesia-Estado, laicidad, religión fuera de la escuela

Sobre la actitud de los comunistas como cargos públicos y representantes parlamentarios

Se trata de reactivar nuestra apuesta por tomar el trabajo institucional como complemento de la lucha global, de recordar el papel de tribuna de los escaños para nuestra tarea de acumulación de fuerzas, anteponiendo siempre la coherencia frente a la estabilidad.

Sobre la UE y el Euro

Romper con el euro y con la UE. Por la recuperación de la soberanía económica, la salida del euro y la ruptura con la UE para la construcción de la alternativa.

 El proyecto de la UE y el Euro han sido un terrible desastre para los pueblos de Europa, especialmente para la clase trabajadora y las capas populares. Los efectos sobre la clase trabajadora y sobre el tejido productivo de nuestro país han sido demoledores. Esto es un hecho absolutamente objetivo, fruto de un proyecto irracional y perverso cuya desaparición es cada vez más necesaria. Tanto la UE como el euro son irreformables dado que se han construido sobre los valores y los principios del capitalismo, y se han construido para servir los intereses del poder económico y financiero. La discusión radica en si la desaparición del euro vendrá dada por un proceso de ruptura desde la izquierda internacionalista, liderado por los trabajadores de los pueblos de Europa frente al gran capital, o lo hará por la derecha, si se permite que las formaciones de ultraderecha capitalicen el descontento y se produzca un peligroso proceso que tenga graves implicaciones políticas y sociales en el continente. No parece probable que la ruptura del euro se produzca mediante un proceso controlado y consensuado que evite daños imponderables, por lo que caminamos de una manera a que se produzca mediante salidas unilaterales de la zona euro. Las ventajas de la “ruptura controlada” no garantizarían además un proceso sensato y equilibrado como podría ser deseable, y no es la opción en este momento, desde luego, de los poderes económicos y financieros para los que el actual proyecto europeo es una sofisticada y efectiva herramienta de dominación. Por tanto deben ser las posiciones rupturistas, internacionalistas y anticapitalistas las que lideren la recuperación de la soberanía de los pueblos para la construcción posterior de un proyecto económico europeo solidario y construido sobre unos valores distintos de los actuales. El proceso de ruptura será turbulento y destructivo, pues hay muchos intereses confrontados, y no debemos olvidar que intentar que en el marco del capitalismo dominen otros valores y criterios es un acto de fe sin fundamento alguno. La UE y el Euro son irreformables.

Con estos elementos de juicio, solo se puede calificar como fraudulenta, traidora y bandidesca la labor que ejerce tanto el Secretario General Enrique Santiago, como los militantes del PCE que dirigen Izquierda Unida, en especial su Coordinador el Sr. Garzón Espinosa y los miembros del PCE que se encuentran desarrollando responsabilidades en el Gobierno de España como la ministra Yolanda Díaz. No solo han escondido los acuerdos del XX Congreso en un cajón, sino que han ejecutado lo contrario.

Urge, hoy más que nunca, que la base militante del PCE fuerce la dimisión inmediata del Secretario General y la apertura de expediente de expulsión a los dos ministros responsables de mandar armas a nazis ucranianos.

De igual forma, es necesaria la remoción inmediata de su cargo de los responsables de comunicación del PCE que han hecho suya, públicamente, una posición de IU ajena a la política del propio partido, así como la liquidación de la llamada «Comisión de Internacional» del Partido, espacio inorgánico donde se elabora la política internacional del PCE al margen de los acuerdos congresuales y del control democrático de la militancia. La existencia de este espacio donde la dirección saliente del XIX congreso (Centella, Meyer…) conspira contra los acuerdos vigentes, explica la práctica esquizofrénica y oportunista del eurodiputado y responsable de política internacional Manu Pineda, que con un mes de margen puede pasar de estar en Venezuela jaleando la operación militar rusa a condenarla desde un despacho del Parlamento Europeo bajo el mantra mono-neuronal del Ni OTAN, Ni Putin (¿Ni Palestina, ni Israel? cabría preguntarle a este militante de la solidaridad con Palestina).

Por todo lo anterior y a la luz de los acuerdos del XX Congreso y en revisión del pacto de gobierno firmado por UP y el PSOE, solo puede considerarse al actual gobierno como un fiasco absoluto para los intereses de la clase trabajadora, un engendro neoliberal al servicio de la oligarquía, el capital financiero y la burocracia de la Unión Europea. Un gobierno que es capaz de vender el Sahara Occidental a Marruecos a cambio de un guiño y dos buenas palabras de «lo más maravilloso de Biden». Un gobierno incapaz de cumplir ni un solo punto de los pactos que alumbraron su nacimiento, que empeora las condiciones de vida de la clase trabajadora, que vende la soberanía nacional a la Unión Europea y a EEUU, se alía con nazis a nivel internacional en nombre de la progresía y paradójicamente trabaja vigorosamente para que la extrema derecha española capitalice el descontento social y entre en breve plazo en la Moncloa. Un gobierno que los diputados de UP deben romper cuanto antes.

El PCE vive en la actualidad un momento de absoluta bancarrota moral y política, disuelto en la práctica, sin pulso ni actividad cotidiana, con una vida interna menguante y preso entre las capas de cebolla que son IU e Unidas Podemos, con un congreso (el XXI) a la vuelta de la esquina que parece planteado por la dirección saliente como una mera liturgia interna para ungir a los próximos candidatos a ser cargo público en el ciclo electoral que se avecina, condenados de antemano a ser monigotes decorativos en manos de la socialdemocracia.

En el horizonte de sucesos, la disolución formal y completa del PCE parece posible e incluso a algunos le parecería hasta deseable, pero a su vez la incapacidad de la socialdemocracia para domar al capitalismo realmente existente hace más necesario que nunca la existencia de un Partido Comunista que sea realmente digno de ese nombre.

¿Quieren los militantes del PCE ser protagonistas de esa tarea o prefieren dejársela a otros?, ¿quieren parecerse a los comunistas portugueses, griegos o rusos o prefieren seguir el camino de la disolución final hacia la irrelevancia como hicieron franceses e italianos en la década de los 90?

Esa es la cuestión, ¿Qué van ustedes a hacer?

 

* Gracias a Ángel Sánchez, a EL COMÚN, a HOJAS DE DEBATE y a la colaboración de Arturo Borges Álamo

https://elcomun.es/2022/04/23/el-pce-ante-su-bancarrota-politica-o-de-como-otro-santiago-hundio-de-nuevo-al-partido-comunista/

https://hojasdebate.es/xxi-congreso/pce-su-bancarrota-politica-o-como-otro-santiago-hundio-nuevo-partido-comunista/

ÁNGEL SÁNCHEZ
ÁNGEL SÁNCHEZ
EL COMÚN
HOJAS DE DEBATE
MANCHETA FEBRERO22