Pedro Sánchez rehén de si mismo - por Antonio Aguado
Pedro Sánchez rehén de si mismo - por Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista *
Con la posibilidad de llegar mediante las primarias a la secretaría general del PSOE y desde ésta, ser designado como candidato a la Presidencia del Gobierno como requisito previo para su llegada a la Moncloa, Pedro Sánchez dio todos los pasos oportunos para lograr esa legitima aspiración. Teniendo este objetivo muy claro, planificó todo con bastante tiempo de antelación a la convocatoria de las correspondientes primarias. Aprovechó su condición de diputado que le posibilitaba desplazarse gratuitamente por todo el país, visitando sus territorios y haciendo apariciones públicas, pero fundamentalmente reuniéndose con las afiliadas y afiliados socialistas, quienes con sus avales y votos tendrían la potestad de darle los apoyos suficientes.
Otro candidato Eduardo Madina, si tenía igualmente decidido presentarse en ese referido proceso de primarias, al concurrir en él también la condición de diputado, pudo haberse aprovechado e iniciar su propia precampaña electoral, sin embargo no lo hizo y prácticamente la inicio al comienzo oficial de la misma. Quien carecía de esa oportunidad, al no tener en ese entonces la condición de diputado y por estar ejerciendo como catedrático de filosofía en la Universidad de Granada estaba en franca desventaja, era el otro candidato José Antonio Pérez Tapias, sin duda el más capacitado de los tres y con más méritos para ser elegido y afrontar con mayor garantías los retos de esa denominación.
Las primarias en el PSOE que podrían servir como estimulo y revulsivo de sus militantes, por sus carencias democráticas limitando la participación a unos determinados candidatos se han convertido en un fiasco. Mucho más como en el caso de Pedro Sánchez, que habiendo salido elegido en mayo de 2017 por el voto rebelde de las afiladas y afiliados, en contra de los jerarcas que como demostraron preferían a Susana Díaz, pero él sin tener en consideración los apoyos de la militancia de base, ha venido haciendo lo contrario de lo prometido y en gran medida manifestado en la entrevista que Jordi Évole le hizo en octubre de 2016, donde aparte de denunciar las presiones a las que había estado sometido por poderes fácticos económicos y de la comunicación, expuso su equivocación con respecto al trato dado a Podemos y que iba a procurar un mayor acercamiento hacia ellos. En esa referida entrevista que le genero mucha simpatía, dejo claro (testimonialmente) la plurinacionalidad de España, para en ese sentido acometer las reformas correspondientes.
Ya como candidato a la Presidencia del Gobierno, aparte de tener la presión de los jerarcas empezando por Felipe González y Susana Díaz, para materializar el pacto de Gobierno con Ciudadanos y en detrimento de Podemos, ha demostrado que personalmente ese referido pacto él también lo deseaba. Lo mismo ha venido ocurriendo cuando existiendo la posibilidad de configurar un gobierno con Podemos y los nacionalistas, aparte de someterse a los designios de los máximos dirigentes “socialistas” que se manifestaban en contra de ese pacto, según lo comprobado tampoco lo compartía.
Pedro Sánchez ha pretendido hacer “la cuadratura del circulo” contentando a los mandamases del PSOE y jugando con el sentimiento de la militancia para recibir su apoyo. De los mencionados mandamases ha pasado a ser (pienso que siempre lo ha sido o se identifica con ellos) su rehén, sin posibilidad ahora de poder recurrir una vez más a las afiliadas y afiliados, como consecuencia de habernos fallado, en las expectativas que habíamos depositado en él.
Orgánicamente Pedro Sánchez ha hecho lo contrario a lo prometido: “los afiliados podrán tener una militancia más activa y participativa y serán consultados en termas y problemas de mucha importancia”. Esa y otras promesas las “ha tirado por la borda”, debido a que ha reforzado las nefastas estructuras jerarquizadas del PSOE. En vísperas del congreso manifestó, que en aras a la efectividad haría una ejecutiva reducida. En la anterior contaba con 38 miembros la mayoría impuestos por Susana Díaz y él la elevó a nada menos que 49, “abriendo la veda”, para que los jerarcas territoriales hicieran lo mismo y todos han hiperinflado sus respectivas ejecutivas. Como ejemplo el caso de Albacete compuesta su ejecutiva provincial exageradamente por 61 miembros. Aunque recientemente ha planteado una serie de medidas para fortalecer la militancia, debiendo ser ratificadas (tiene que haber como órgano máximo mandato del congreso) por el Comité Federal, pero son insuficientes. Persisten las listas cerradas para elegir (imponer) a los delegados a los congresos y miembros de los diversos comités, etc…
Aparte de continuar como rehén de los jerarcas y la gran baronesa Susana Díaz, Pedro Sánchez por sus tantas contradicciones lo es de si mismo.
* La casa de mi tí agradece la gentileza de Antonio Aguado Suárez