Piqué - por José Antonio Déniz
Piqué - por José Antonio Déniz *
La otra noche me dispuse a ver el partido de fútbol entre España y Albania. El primer balón que llegó a los pies de Piqué fue recibido por parte del público con el habitual cariño con que la “afición” trata al hereje. No pude resistir más la actitud de aquella turba enloquecida frente al futbolista catalán y me quedé sin fútbol. Porque aquello, la irracionalidad que nos domina, no es la punta del iceberg, ni siquiera la punta de la punta, ni, aun, la punta de la punta de la punta, de lo que, en este país, entre su gente, se ha convertido el asunto catalán. Entre la masa vociferante del estadio, masa maquillada en su rostro con el rojo de la sangre y la ictericia del odio; el “a por ellos” que con tanta gracia y salero se entonaba al paso de los guardias que partían hacia Cataluña; la magistral lección sobre el cumplimiento de la ley que nos ofreció el Borbón; pensé si ese reino es de este mundo. Del mío, no.
En definitiva, que cuando escuché el embrutecedor y embrutecido concierto que, sobre el futbolista Piqué, la televisión nos ofrecía, en directo desde Alicante, me identifiqué con él muchacho y se me vino a la mente la imagen de un gran serrucho construido y empuñado por Borbones, Rajoyes, Puidgdemones y demás comparsas, cortando por el Ebro el mapa y la topografía de este país.
http://cadenaser.com/emisora/2017/10/06/radio_club_tenerife/1507301340_306582.html
* En La casa de mi tía por gentileza de José Antonio Déniz