Poca madurez y analfabetismo político de la presidenta Ayuso y del PP - por Erasmo Quintana *

La presidenta de la Comunidad de Madrid ganó por goleada con el eslogan “Esto es Libertad y hago lo que me da la gana” en medio de la infernal pandemia por el Coronavirus. Los madrileños le compraron el mensaje; querían libertad para hacer -en lugar de seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias- lo que les daba la gana con sus botellones.

Isabel Díaz Ayuso, convertida en la principal voz opositora matritense del Partido Popular al Gobierno de Sánchez, asegura que “¡el terrorismo en España está alcanzando los fines que pretendía!” El Gobierno, que trabaja para la aprobación de los indultos de los presos del Procés catalán, Ayuso ha cuestionado lo que hará Felipe VI, si se convertirá o no en cómplice de Pedro Sánchez firmando el Decreto. 

Se necesita tener poca cabeza o estar en un analfabetismo cultural y de la Constitución, de escándalo. Al poco le rectificó su jefe de filas, Pablo Casado, aclarándole que el único responsable es el Gobierno, y que el Rey (que reina pero no gobierna) se limita a firmar lo que le presentan, siempre que esté sujeto a la Ley, pero ella insiste en que tiene razón, cosa que, afirma, comparte su compañero presidente del PP. Menuda es la señora. Qué pena para los conservadores que ya no tienen a ETA, pero no importa: les queda el problema catalán, y a él se aferran como el aire que necesitan para respirar. No quieren que se resuelva, haciendo un problemón con los indultos de quienes no usaron armas ni sacaron carros de combate a las calles (general Milán del Bosch) en el 23-F, que fue indultado, como Tejero (disparando metralletas) y casi todos los que lo acompañaron en el verdadero golpe de Estado, no hubo arrepentimiento; y a pesar de, como ha recordado Gabriel Rufián en el Parlamento, las más de 1.300 personas que en el año 2000 fueron indultadas, de una sola tacada, por el Gobierno del Partido Popular. Esto demuestra que todo lo que hace el PSOE, para el PP es un total disparate que va contra España, pero si las mismas cosas las hace el PP, están bien hechas y son sin duda altruistas y provechosas.  

Vemos que la principal actividad política del PP es oponerse a todo. No distingue de cuestiones intrascendentes de trámite de las que son temas de la máxima importancia del Estado. Lo suyo es oponerse a todo lo que venga del Gobierno.

Cuando gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero, al crear la Unidad Militar de Emergencias (UME), varios miembros del Partido Popular que ocuparían cargos públicos con Mariano Rajoy, criticaron con suma dureza el nacimiento de dicha unidad militar,  catalogándola de “capricho faraónico”, “instrumento inventado” y de “controvertido encaje legal”. Nadie del PP quiso ver el gran acierto de Zapatero creando tan benefactora unidad, la UME.

Nunca mejor empleados los Ejércitos en tiempos de paz que ayudando en situaciones de calamidad civil; en las grandes catástrofes, temporales y nevadas, y sus necesarios trabajos en el rescate de personas y vehículos. Así, en 2018, la UME fue clave en el rescate de los miles de atrapados por la nieve. La asistencia a los miles de conductores y acompañantes no comenzó hasta que esta unidad militar entró en acción, tras recibir el aviso del ministerio del Interior. Una actuación, entre tantas que quedan en el anonimato, que ha sido muy elogiada. Hoy, su acción benefactora prosigue.

La UME, que Rajoy consideró un capricho de Zapatero, rescata a su Gobierno entre la nieve de la AP-6 EL ESPAÑOL

Mas lo cierto es que esta unidad militar especializada, la UME, se convirtió en una de las dianas preferidas del partido que lideraba Mariano Rajoy desde la bancada de la oposición, argumentando que la medida tomada por Zapatero tenía un “controvertido encaje legal” sin explicar bien a qué se refería. También le parecía mal su existencia porque, según Rajoy, “implica la segregación permanente de un importante contingente para misiones no militares”. El que sí lo dijo a los cuatro vientos, e incluso iría más allá, fue el director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, catalogándolo como un “capricho faraónico de Zapatero” y “despilfarro”. Sin más comentario.

En otro orden de cosas, tenemos un tratamiento especial de acogimiento para los inmigrantes menores no acompañados, que está muy bien; sin embargo, se ejecutan desahucios todos los días a familias pobres, totalmente vulnerables, arrojándolas en medio de la calle con sus pocos enseres y niños pequeños. Para éstos no hay acogimiento.

¿Qué clase de justicia es la que tenemos y qué clase de partidos políticos nos representan? Con esto llegamos a la conclusión de que lo nuestro no es una democracia plena, a lo sumo una monarquía parlamentaria. A ver, no es “plena” porque al Jefe del Estado no lo elige el pueblo en las urnas con su voto. Ya lo eligió por nosotros (para siempre) el carnicero dictador Franco poco antes de morir. De esta, para muchos nadería, viene todo el kafkiano comportamiento nacional que es la “admiración” de las añejas democracias europeas. Ellas se lo explican como yo: todo es fruto de una pseudodemocracia. 

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana