El poder del prior, las limitaciones del Gobierno - por Nicolás Guerra Aguiar
El poder del prior, las limitaciones del Gobierno - por Nicolás Guerra Aguiar *
El Gobierno español, pues, en el riguroso cumplimiento de las leyes que definen su Constitución, deberá esperar al pronunciamiento del Tribunal Supremo. Este, como “órgano jurisdiccional superior en todos los órdenes salvo […]” decidirá. Por tanto, el Gobierno no podrá actuar arbitrariamente: la ley se lo prohíbe. (Lo cual invita a una reflexión: ninguno de los nietos ha pedido perdón por las barbaries abuelescas. Sin embargo, el derecho de los Franco debe respetarse por más que su poder proceda directamente del dictador bajo cuyo mandato fueron arrasados todos los fundamentos de un Estado de derecho. Todos. Absolutamente todos.)
El Gobierno, obviamente, no puede ordenar la intervención manu militari para proceder a la evacuación del dictador. El peso de la ley actuaría de inmediato y podría acusarlo –sospecho- de rebelión armada o violación de derechos y libertades ciudadanas protegidos por la Constitución. ¿Qué puede hacer? Solo una cosa: esperar a que la Justicia dictamine y, como cualquier ciudadano anónimo, acatar su resolución.
Y eso fue exactamente lo que sucedió en marzo de 2008. El mismo prior que hoy niega la exhumación del dictador (es recinto religioso) fue requerido por la justicia para la recuperación de dos presos anarquistas asesinados al comienzo de la Guerra Civil (hoy.es). Por más que recurriera a todos los ardides legales, el prior se vio obligado a cumplir el requerimiento.
Según historiadores, Jueces para la Democracia y la Comisión Internacional sobre Desaparecidos, España “tendría unos 114 000 desaparecidos a los que habría que añadir unos 30 000 bebés robados inmediatamente después del parto” y entregados a familias de hondas convicciones católicas. Los desaparecidos formarían parte de las casi 350 000 víctimas mortales a causa de la represión (1936 – 1975).
Y como militante activo y heredero del pensamiento de FE-JONS, el hoy señor prior no ha tenido reparos en manifestar públicamente opiniones como las siguientes: el Valle de los Caídos se construyó para lograr “la reconciliación nacional entre los dos bandos enfrentados en la guerra”; “Tiene un sentido religioso e histórico que va más allá de la política”; “La ley de Memoria Histórica es venganza del pasado”; “Pidamos perdón para quienes tenían algo contra ellos [Franco y José Antonio Primo de Rivera]” (burgosconecta.es).
Sin embargo… ese mismo régimen dictatorial y ultracatólico estuvo a punto de irrumpir violentamente, pistola y metralleta montadas, en la iglesia santacrucera de La Concepción la noche del viernes trece de noviembre de 1970: sucedió cuando la Iglesia se había impregnado del esperanzador Concilio Vaticano II.
Los asalariados de Transportes de Tenerife se declaran en huelga: reclaman un nuevo convenio colectivo. Como no hay acuerdo con la empresa (monopolio privado), el 4 de noviembre se encierran en la ermita santacrucera de San Sebastián y, al día siguiente, pasan a La Concepción (revista Sansofé). El obispo nivariense, señor Franco Gascón, los visita: “Esta es la Casa de Dios y la de ustedes”. El día 11 todas las parroquias leen su pastoral. Destaco el siguiente fragmento: “[…] en la situación presente la huelga puede seguir siendo medio necesario, aunque extremo, para la defensa de los intereses y el logro de los derechos de los trabajadores”.
Dos días después cien números de la Policía Armada se presentan a las tres de la mañana con la orden de desalojar el templo. Miembros de la policía política –anteayer recuperada- amenazaron con el uso de la fuerza: romperían las cerradas puertas... a pesar de su hipotética inviolabilidad. Ante el temor desatado (nocturna noche, sin testigos), los trabajadores abandonaron la iglesia “bajo una persistente lluvia”.
Ya ve usted, estimado lector. La azul etapa franquista evocada por el prior hubiera entrado a tiros en la iglesia de La Concepción para desalojar a los trabajadores. Sin embargo, el legítimo Gobierno español debe ser autorizado por la Iglesia para retirar a Franco de la abadía: así lo dispone el Acuerdo firmado entre España y el Vaticano… cuarenta años atrás (Iglesia y herederos ideológicos de Franco). Qué visión de futuro: todo atado y bien atado.
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Nicolás Guerra Aguiar