¿Por qué cada vez más israelíes abandonan su país?

Loïc Le Clerc

REGARDS

Frente a las guerras y la radicalización, el sueño de un pueblo de encontrar refugio, de huir del antisemitismo en todo el mundo, puede volverse verdaderamente desgarrador.

Son numerosos los testimonios relatados por los periodistas. Estos israelíes que huyen de Israel por su seguridad. Pero es difícil, si no imposible, obtener datos precisos de cualquier autoridad. El tema es tabú para Israel, un país que pretende ser un refugio para los judíos.

En julio pasado, una encuesta realizada en Israel mostró que “casi un tercio de los israelíes estaban considerando abandonar el país” . La culpa la tiene un gobierno y una sociedad cada vez más radicalizados hacia la extrema derecha y contra la democracia. La culpa también la tiene la guerra, que todavía preocupa a la población: podemos apostar que si volviéramos a hacer esta encuesta desde el 7 de octubre, las cifras serían muy diferentes. Pero más allá de las intenciones, la salida de Israel es una realidad para muchas personas con doble nacionalidad.

En Marianne , este 8 de noviembre , son los ciudadanos con doble nacionalidad, israelíes y rusos/italianos/británicos/brasileños, quienes testifican. Abandonan Israel por temor a que estalle la guerra. De nuevo. Y no es con alegría de corazón que regresan a los países de origen donde fueron sometidos al antisemitismo. ¿Cuántos de ellos, como ellos, tomaron la decisión de huir de Israel después del 7 de octubre? Sólo Israel lo sabe.

“En los últimos años, el número de israelíes que abandonan el país ha superado al de inmigrantes. »

El fenómeno es anterior a los acontecimientos recientes. Incluso encontramos un artículo del diario suizo Le Temps del año 2007 que analiza el problema. En septiembre pasado, Courrier International , citando al diario israelí Haaretz , escribió lo siguiente: “Cada vez más israelíes, descontentos con las condiciones políticas y económicas de su país, encuentran refugio en el extranjero. […] Se oponen en su mayor parte a las políticas de Benjamín Netanyahu, participan en manifestaciones de protesta y están abrumados por el estado de la democracia en Israel, un país al que todos están muy apegados .

En marzo de 2023, un extenso reportaje del Times of Israel también mencionaba este deseo de abandonar el país. La reforma judicial, muy criticada y que había sido objeto de fuertes contestaciones, se cita regularmente como la gota que colmó el vaso; una vez más, el estallido de la guerra entre Israel y Hamás no debe haber solucionado la tendencia. Una vez más, los testimonios están llegando a raudales. Pero no hay cifras ni estadísticas. Esto es lo que podemos leer en el sitio de Equal Times : “Sin embargo, según los profesionales del sector, estas solicitudes habrían alcanzado su punto máximo el día después de las elecciones [que devolvieron a Benjamín Netanyahu al poder a finales de 2022, nota del editor] , con Estados Unidos y los países de la Unión Europea encabezan los destinos […] Los pasaportes alemán y austriaco estarían entre los más codiciados .

Y de repente, cifras, todavía en Equal Times: “Según la Oficina Central de Estadísticas, el número de israelíes que abandonan el país ha superado en los últimos años al de inmigrantes. Esta tendencia ha ido en aumento desde 2009, cuando estalló una guerra de tres semanas entre Gaza e Israel. En 2020, el número de salidas fue de poco menos de 21.000, frente a unas 10.000 repatriaciones. »

Además, en el sitio web Middle East Eye encontramos estos datos: “Entre 1948 y 2015, según el gobierno israelí, 720.000 israelíes emigraron y nunca regresaron. »

¿El fin del sueño israelí?

En los distintos testimonios, hay varios perfiles que destacan entre los emigrantes: israelíes laicos, jóvenes, graduados, de izquierda, clases más bien acomodadas. Sabiendo que los israelíes no pueden votar desde el extranjero... ¿Significa esto que sólo se quedarán los más radicales, los más extremistas y/o los más pobres?

Según los últimos datos disponibles, la proporción de israelíes laicos sigue siendo mayoritaria: el 44%, frente al 35% de los tradicionalistas, el 11% de los ortodoxos y el 10% de los ultraortodoxos (los dos últimos grupos presentan el mayor crecimiento demográfico). Al mismo tiempo, la brecha entre judíos y árabes se está reduciendo en Israel: de un 87,8% de judíos y un 8,5% de musulmanes en la década de 1950, pasamos a un 74% de judíos y un 18% de musulmanes en la década de 2020 .

Porque detrás de estos movimientos de población está la cuestión demográfica en el centro. Este gran problema para Israel resulta una paradoja: al colonizar Cisjordania, el país “acoge” cada vez a más personas no judías. Durante las primeras elecciones legislativas, en 1949 , la izquierda era mayoritaria y sólo había dos diputados árabes. En las últimas elecciones legislativas , la izquierda casi desapareció de la Knesset y los partidos árabes contaban con diez diputados.

Frente a esta realidad de tendencias demográficas y políticas, es difícil anticipar el futuro de Israel. ¿Vamos hacia un país que se autoproclama “Estado judío”, de mayoría árabe? ¿Y qué convivencia con una población judía cada vez más ultraortodoxa?

* Gracias a Loïc Le Clerc y REGARDS y a la colaboración de Federico Aguilera Klink

https://regards.fr/pourquoi-de-plus-en-plus-disraeliens-quittent-leur-pays/