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¿Qué ha quedado de aquel 28 de octubre de 1982?. (y II) - por Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista *

La llegada de un desconocido Zapatero a la Presidencia del Gobierno, se produjo como consecuencia de la burda e indecente maniobra del Partido Popular, tratando de confundir al electorado en relación con los atentados terroristas islamistas en cuatro trenes de cercanías el 11 de marzo de 2004 en la Estacion de Atocha, que produjeron 193 fallecidos y cerca de 2000 heridos. Pretender engañar argumentando que los atentados habían sido ejecutados por etarras, le pasó la debida factura al PP, perdiendo el gobierno que hasta entonces ostentaba con la mayoría absoluta de 183 escaños. 

Sintonizando con la ciudadanía que estaba en contra de la guerra de Iraq, Zapatero nada más llegar a la Presidencia del Gobierno le dio instrucciones a José Bono como ministro de Defensa para retirar a los militares españoles de ese territorio. Esto se cumplimentó y llevó a efecto el 21 de mayo de 2004.

De lo más importante logrado por Zapatero como presidente del gobierno, fue conjuntamente con el malogrado Alfredo Pérez Rubalcaba que era ministro del Interior,  desmantelar y acabar con la banda terrorista Eta. 

En el plano de libertad e igualdad, la consecución del matrimonio de parejas del mismo sexo y en lo social, la ley de la dependencia. Igualmente, potenció y le dio una mayor independencia a los medios de comunicación públicos. 

Zapatero era muy reconocido por su buen talante, eso le permitió afrontar el conflicto catalán tratando de alejarlo de los tribunales y abordándolo como una causa política y desde esa posición, hizo todas las gestiones oportunas para resolverlo, pero la intransigencia e indecentes maniobras del Partido Popular se lo impidió. 

Desafortunadamente perdió las elecciones del 20 de noviembre y pasó a gobernar el Partido Popular con Mariano Rajoy como presidente. Eso fue así, debido a que en pleno mandato le afectó la gran crisis económica iniciada en 2008 y no la supo gestionar, llegando a cometer un fallo garrafal modificando el articulo 135 de la Constitución, sin someterlo a referéndum y sólo con los acuerdos del PSOE y el PP, que conjuntamente  tenían más del 90% de representatividad en el Parlamento. La reforma contempla algo tan impopular como la obligatoriedad de la estabilidad presupuestaria y el pago de la deuda publica, por encima de las prioridades sociales que le pueda afectar a  la ciudadanía. Esto electoralmente al PSOE con Zapatero al frente le pasó factura.   

Ya con Pedro Sánchez de presidente, igualmente se han producido avances económicos y sociales, casi todos por iniciativas y mediación de su socio de gobierno Unidas Podemos, como la implantación de los ERTEs que tan buen resultado ha causado, impidiendo la destrucción de mucho empleo. El incremento del SMI que estaba fijado en 735 euros por el último gobierno de Rajoy en 2018 a 1.000 euros y se ampliará a 1027 al final de la actual legislatura, o sea, el aumento será del 40%. Aunque insuficiente, pero también es una realidad la Reforma Laboral y el IMV (Ingreso Mínimo Vital). 

La pandemia ha sido muy bien gestionada, como así mismo se esta haciendo con los fondos facilitados por la Unión Europea, de 140.000 millones de euros, la mitad como FEIE (Fondos Estructurales y de Inversión Europeos) y la otra con créditos blandos a través del BEI (Banco Europeo de Inversiones). La “isla energética” entre España y Portugal, ha sido otro de los grandes éxitos que, ha posibilitado poner tope temporal a los precios del gas que, se utiliza para generar un bien o servicio tan esencial, como es la electricidad y así abaratar su precio. 

Eso es en lo que respecta al haber, pero en el debe Pedro Sánchez lo tiene y particularmente de mucha gravedad, como son los casos de no haber aprovechado a Bankia, para su reconversión en una banca publica, que nos evitara las extorsiones y arbitrajes de la banca privada. Lo mismo creando una empresa energética publica, como alternativa a las privadas y sus oligopolios.

Los poderes facticos: militar, eclesial, judicial y económico, éste sobre todo las empresas del Ibex 35 siguen intactos, lo que significa que la derecha no gobierna, pero tiene el poder. La monarquía incluido el más que indecente rey emérito (¿Por qué no le han quitado ese titulo honorífico que le otorgó Mariano Rajoy?), está muy bien amparada, hasta el extremo de haber votado el PSOE (por imposición de Pedro Sánchez que lo tiene secuestrado), en varias ocasiones junto al PP y Vox, evitando que el Parlamento constituya una comisión de investigación, sobre todos los más que presuntos delitos cometidos por el referido rey emérito.

Pedro Sánchez dio un giro de 180 grados, a la política relacionada con el Pueblo Saharaui y su derecho a la libre autodeterminación e independencia, sin contar con sus socios de gobierno, el Parlamento y menos aún, con la militancia socialista a la que había prometido empoderar, consultándole temas de gran importancia, ¿y este no lo era?. Lo cierto es que, junto con sus homólogos territoriales ha venido haciendo todo lo contrario y, los militantes nos sentimos ninguneados y meros “ceros a la izquierda”.

Es inconcebible que Pedro Sánchez haya pregonado en varias ocasiones que España es una democracia plena, pero…… ¿para quién?. Esa aseveración no la percibo como ciudadano y mucho menos como militante socialista. Pedro Sánchez ha acumulado más poder que Felipe González y Zapatero juntos y ha impuesto junto con sus homólogos territoriales un partido político a su imagen y semejanza, en donde la militancia no cuenta para absolutamente nada. 

* En La casa de mi tía por gentileza de Antonio Aguado Suárez