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lunes, 29 de abril de 2024 14:44h.

Lo que oí, lo que veo - por Antonio Cabrera de León

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Lo que oí, lo que veo - por Antonio Cabrera de León *

Nuestros oídos han escuchado a algunos delincuentes que lideraron y lideran las asociaciones empresariales, en su inmoralidad, exigirnos trabajar más por menos y decirnos que el que se deja explotar es porque quiere. Llegaron a defender la vuelta a la esclavitud de trabajar por pan y cama; en el colmo de la repugnancia, hubo algún empresario que para echarse unas risas hizo firmar a un inmigrante un contrato que le daba derecho al patrón a sodomizar al trabajador. Eso y más lo vivimos entre 2010 y 2020. No volvamos a ello sin oponernos.

No tendremos una vida digna sin lucha. Una vida en paz, sin guerras, compartida con quienes tú consideres los tuyos, vivida sin angustias, con trabajo pero sin tener que vivir sólo para trabajar. No aceptemos que nos roben el derecho a tener una familia porque no podemos pagar una casa que sea nuestro hogar. No aceptemos carecer de tiempo para vivir con la familia, con los amigos, con la gente que queremos estar, con la gente que necesita que la cuidemos porque son viejos o son niños, o están enfermos. No aceptemos que nos obliguen a criar hijos incultos para que mañana sean un ganado fácil de engañar. No aceptemos educar a nuestros hijos sin leerles cuentos infantiles para que así no se aficionen nunca a leer, para que no quieran cultura, para que no acudan a manifestaciones a defender sus derechos y los de su comunidad. No aceptemos una vida inculta y sin tiempo, que nos obliguen a una vida sólo de trabajo, pizza y televisión.

No aceptemos que la escuela y la universidad formen a los niños y jóvenes para entrar en el mercado laboral, en lugar de defender una educación que les convierta en personas cultas y juiciosas. No seamos padres que educan a sus crías para entrar en el redil, padres que tienen miedo de una educación que lleve a sus hijos a pensar y cuestionar. Padres que se pudren en infinitas lista de espera pero temen que sus hijos luchen para que no las haya.

Hay guerra en Europa, hay fascistas en los gobiernos de Rusia, Bielorrusia, Italia, Hungría y Polonia, hay riesgo evidente de más guerras. Las clases dirigentes se niegan a recortar sus privilegios. Andan sus periódicos entrevistando y dando apariencia presentable a LePen. Prefieren al fascismo gobernando en Francia antes de que gobierne la izquierda. Nada nuevo. Ni la clase dominante cederá el cetro sin guerra, ni la lucha de clases triunfará sin revolución. Se derramará sangre inocente, se está derramando ya.

* Gracias a Antonio Cabrera de León

ANTONIO CABRERA DE LEÓN RESEÑA
ANTONIO CABRERA DE LEÓN RESEÑA

 

mancheta ene 23