¿A quien engañan? - Intersindical Canaria
Mientras escuchábamos en los medios de comunicación la semana pasada al presidente del Gobierno de Canarias decir que su gestión en los últimos dos años se caracterizaba por la defensa y apuesta por los servicios públicos esenciales, poniendo como ejemplo entre otros los sanitarios; no podemos hacer otra cosa más que sorprendernos...
¿A quien engañan? - Intersindical Canaria
Mientras escuchábamos en los medios de comunicación la semana pasada al presidente del Gobierno de Canarias decir que su gestión en los últimos dos años se caracterizaba por la defensa y apuesta por los servicios públicos esenciales, poniendo como ejemplo entre otros los sanitarios; no podemos hacer otra cosa más que sorprendernos y confirmar nuevamente su desfachatez y desvergüenza, dado que en la práctica justo se ha caracterizado por potenciar y defender la privatización de servicios públicos en base a un “supuesto” ahorro económico.
Buen ejemplo de ello puede ser el proyecto que desde la consejería de sanidad se está preparando, por el que bajo las palabras que se han puesto tan de moda últimamente de “ahorro y eficiencia energética” se pretende entregar a manos de empresas privadas de forma centralizada el mantenimiento integral de las instalaciones públicas sanitarias.
Al frente de este proyecto no han puesto a dirigir a cualquier asesor, sino que de forma irregular han contratado a un todo un experto en la privatización de servicios sanitarios con experiencia profesional para “capio sanidad”, potente empresa sanitaria que en Madrid por ejemplo ha sido la adjudicataria de muchos de los servicios sanitarios que hasta entonces se prestaban desde la pública.
Lejos de ocultar su ambición, dicho personaje, se ha encargado de dirigir a cada una de las Gerencias del Servicio Canario de Salud los pliegos ya preparados a falta de firma, por los que cada una de ellas entregaría sin más, a manos de la gestión privada una parte de los servicios de mantenimiento.
Afortunadamente, desde las distintas Gerencias se han elevado contra informes, advirtiendo de los peligros para el propio Servicio Canario de Salud de introducirse en este nuevo sistema de contratación, por la que se corren demasiados riesgos y se sacan pocos beneficios, pues el ahorro económico que pudiera producirse es la forma de pago a esta empresa, no reduciendo costes para la Administración Pública, salvo la inversión que se pueda ir realizando o no por la misma.
Los meses han ido pasando, y tras no haber conseguido fácilmente su objetivo, ahora se presiona desde la propia Consejería de Sanidad para que en octubre sea la fecha tope en la que se cierre el super contrato con esta empresa de concertación de servicios energéticos. Actualmente tenemos a las distintas Gerencias trabajando en los perversos pliegos por los que una vez más, vemos como se va introduciendo la empresa privada en la Administración Pública arrebatando trabajo y competencias a empleados públicos perfectamente cualificados para realizar la actividad con calidad infinitamente superior.
¿Qué intereses ocultos son los que defiende el actual Gobierno de Canarias? ¿Por qué no explica a la opinión pública que riesgos correrá el SCS con este nuevo contrato?