Lo que quiere y no quiere la gente - por Nicolás Guerra Aguiar
Lo que quiere y no quiere la gente - por Nicolás Guerra Aguiar *
Valgan algunos ejemplos (elecciones de 2015): AHI obtuvo dos diputados (2521 votos); ASG, tres (5090). Por el contrario, Ciudadanos (54 375 papeletas) e Izquierda Unida (20 027)… ¡ninguno! Y Nueva Canarias (93 634) solo consiguió dos más que los gomeros… a pesar de haberlos sobrepasado por 88 544 votos. Pero hay más: el PSOE (182 006) logra quince señorías; y CoATIción Canaria dieciséis… ¡con 17 548 papeletas menos!
Durante la discusión parlamentaria el mismo portavoz sentó cátedra antropológica con otra rotunda afirmación cuyo contenido, más o menos, viene a decir que la presencia de diez nuevas señorías (nueve más una por Fuerteventura) significará el aumento de los gastos parlamentarios, “cosa que la gente no quiere”. Pero también deja tras los decorados la segunda parte de la muy tímida reforma: los topes electorales bajarían y, de tal manera,
Sí, señor Ruano. Pero, ¿quién es “la gente”? ¿Acaso la pluralidad de personas? ¿Tal vez quienes dependen del poder? ¿Quizás las distintas clases sociales localizables en la sociedad? ¿O por un casual, la voluntad de los votantes a la cual no respeta escrupulosamente el sistema electoral canario cuando prima a las mal llamadas islas menores? Mientras no se demuestre lo contrario, son los números quienes imponen las reglas del juego; lo cual no impide, por supuesto, cierta flexibilización normativa aceptada para lograr consensos y respetar concretas particularidades. Pero de ahí a que los herreños consigan un parlamentario con 1260 votos e Izquierda Unida o Ciudadanos ninguno hay, al menos, desarreto matemático.
Desconozco ventajas o inconvenientes de diez señorías más. Pero sospecho que no habrá milagros si la Cámara se amplía: la palpable realidad es argumento cualitativo para la duda. No obstante, las objeciones de “la gente” -según el señor Ruano- se referirían más al teórico aumento de los gastos, pues acaso las nuevas adquisiciones parlamentarias tampoco serían milagrosas, por ejemplo, para la Consejería de Sanidad: estamos en Canarias, donde las listas para quirófanos y otros especialistas médicos están entre los 177 y 123 días de espera, respectivamente. Y el Gobierno del señor Ruano es el directo responsable de las mismas, no superadas. Ni tan siquiera igualadas por otras autonomías.
Pero ella (¡horror, disparate, incongruencia, subversión, anarquismo intelectual, tsunami revolucionario!) también se vería afectada en su nómina, “autosuicidio euril”. (Convendría un estudio mental de la joven –como no fue alumna mía no me atrevo a llamarla “jóvena”-. Analicen el subconsciente: su infancia debió de ser angustiosa, terriblemente impactada por elementos externos... Debería estar prohibida tal subespecie humana: esta gente nueva es un peligro. Su ADN se identifica con revoluciones, integrismo económico, desajustes, desestructuraciones, palabras ordenadas, consistencias lingüísticas, ideas, sólidos contenidos… E incluso es capaz de pensar: ¡a peor la mejoría! Peligro.)."E incluso es capaz de pensar: ¡a peor la mejoría! Peligro.).
No sé si “la gente” del señor Ruano es la misma a la que se refiere el señor Curbelo, parlamentario y presidente del Cabildo gomero. Cuando en su ciceroniana intervención se dirige a las señorías de islas no capitalinas, sus palabras fluyen con impacto emocional: "Salgan por esa puerta antes de votar contra su tierra y su gente".
Sin embargo -y con todos mis respetos- yo no hablo de la gente, sino con la gente. Y esta no quiere listas de espera sanitarias tan inmensamente alejadas del tiempo real… y quince años a la cola (tres quinquenios con gobiernos de CoATIción); exige una justicia más ágil: si hay Viceconsejería de Justicia es que hay recursos destinados a los órganos judiciales; pretende enseñanza media de calidad y no los últimos lugares en el listado nacional; reclama profesores dedicados al aula, no a tareas administrativas; pide justicia social, no explotaciones esclavistas; requiere formación profesional de calidad, conocimientos directos de las nuevas tecnologías; quiere aulas universitarias de prestigio, no los puestos 47 y 48 (sobre 48 universidades públicas españolas -revista Psicothema-)…
Ya ve, señor Ruano: hay gente tocando el fondo.
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Nicolás Guerra Aguiar