Reescribiendo la historia - por Antonio Criado Barbero, de Construyendo La Izquierda y de Iniciativa Socialista de Andalucía

Hoy, como ayer, los obreros estamos construyendo la izquierda.

Cuando por cualquier motivo nos reunimos en familia, con amigos o sencillamente en una cola de lo que sea y tenemos ocasión de entablar conversación, charla o discusión, siempre, siempre, sale la misma cantinela, el mismo tema. “Quillo, esto va a reventar, esto no dura tres días” ¿Qué hace la izquierda? ¿Qué hacen los sindicatos?

Sin quitarle a nadie la razón, porque aquí la culpa es compartida, pero para cada cual la suya, yo quiero aclarar que tanto los partidos de izquierda como los sindicatos son nombres, marcas creadas por personas para un fin. Los partidos y sindicatos que hoy tanto criticamos fueron creados por obreros, hombres y mujeres, para defenderse de los patronos, caciques, señoritos, que les robaban su plusvalía de trabajo, sus derechos y su dignidad de persona.

El socialismo de Pablo Iglesias caló en la España del siglo XIX, como caló entre los obreros la UGT de Largo Caballero y el anarquismo de Anselmo, Mesa y Montseny. Como una marea, las ideas progresistas de izquierda se extendieron en aquella España negra y profunda, creando Casas del Pueblo, las verdaderas universidades obreras, por toda la geografía de la piel de toro. Este auge revolucionario trajo un avance espectacular en las condiciones de vida de los trabajadores y su familias.

Hoy, aquellos partidos y sindicatos siguen actuando, pero surgen multitud de preguntas: ¿son hoy aquellos partidos y sindicatos las herramientas que nos defienden del capitalismo?, ¿están hoy las direcciones de estas organizaciones en manos obreras? Aquí cabe otra interrogante: ¿están hoy los obreros lo suficientemente concienciados de que solo con organizaciones obreras fuertes podemos parar al neoliberalismo feroz que nos devora?

La respuesta está en la calle y en todos los debates: no, las organizaciones creadas por los obreros no están hoy en manos obreras; no, no se defienden los intereses obreros por encima de los intereses partidistas, económicos o de poder; no, no están los obreros concienciados ni militan en un tanto por ciento adecuado en estas organizaciones obreras, con lo cual estamos ante la pescadilla que trata de morderse la cola.

Los obreros manuales, físicos o intelectuales, los estudiantes, todos nos encontramos perdidos sin saber cómo reaccionar, cómo nos defendemos, quiénes nos defienden.

La respuesta, igualmente, está en reescribir la historia. Si nuestros padres y abuelos se defendieron creando organizaciones obreras, hoy nosotros nos debemos defender uniendo, recuperando y militando en las organizaciones obreras que ahí están, peleando coherentemente, éticamente.

Un grupo de mujeres y hombres, trabajadores y estudiantes, jóvenes y mayores, socialistas, republicanos, comunistas y personas independientes, nos hemos reunido y, tras debatir intensamente qué hacer y cómo hacerlo, hemos decidido ponernos manos a la obra e iniciar la construcción de la izquierda desde la unificación de organizaciones socialistas ya existentes. Un amplio movimiento donde esté lo político, lo sindical y, sobre todo, lo social en la más amplia extensión de su significado. Y nos agrupamos en grandes áreas de colaboración y trabajo específico.

Desde un respeto amplio a la pluralidad y al consenso, en nuestra organización está permitida la doble militancia, primando siempre lo que nos une en la acción concreta del día a día.

Construyendo LA IZQUIERDA es un proyecto unificador que no pretende erigirse en un nuevo partido político ni pretendemos suplantar a nadie; nacemos con vocación unificadora de tejer y tejer con los nuevos mimbres que hoy demandan las nuevas formas de hacer política. Recuperar la ética, la coherencia y, sobre todo, rescatar el valor de la honradez por encima del valor del dinero y el culto a la individualidad.

Desde la firmeza de nuestra ideología de personas de izquierda, desde la convicción de nuestra fortaleza ideológica socialista, iniciamos este caminar que concluirá cuando en este mundo no existan las injusticias y las desigualdades, los de arriba explotando a los de abajo. Porque otro mundo y otra política es posible construyendo la izquierda, y es hoy una realidad.

Ahora tú tienes la palabra, tú decides si continuamos dejando que nos roben nuestros derechos, nuestra libertad, el futuro de nuestros hijos y nietos, o reaccionamos y decimos "hasta aquí se llegó, ¡basta ya!".

http://www.construyendolaizquierda.com/2012/06/reescribiendo-la-historia.html