Un remedo democrático y el desbordamiento de cayucos - por Erasmo Quintana *

Todos los que se sienten cómodos y bien con este remedo de democracia han puesto el grito en las nubes concernidos y ofendidos. Es necesario, aparte lo primero, ser miope para no ver que cuando el partido socio del Gobierno del PSOE, pone en cuestión el sistema que nos legó Franco, es una pseudodemocracia y no una democracia plena. No sé cuántos socialistas de la vieja guardia, esos que ocuparon cargos públicos a todos los niveles, han firmado una petición para que Sánchez expulse a Unidas Podemos del Gobierno. Inaudito, parecen del PP. Aquí se persigue la libertad de expresión cuando no es favorable a sus intereses y a los poderes fácticos tales como la Corona, el poder económico, el Ejército, la Iglesia, la derecha y la ultra derecha. El ejemplo lo tenemos cercano: el energúmeno que, rifle en mano disparaba a unos blancos con la efigie de miembros del gobierno -de Podemos-, ha salido de rositas porque un juez en ello no ve delito, mientras quien ha dicho la verdad sobre el rey emérito (no se inventó nada) la Justicia lo manda a la cárcel. Ésto ha provocado un manifiesto del mundo de la Cultura exigiendo justicia. Si el interpelado es de derechas está bien lo que hace, si es de izquierdas, al cuartelillo. y el colmo ha sido la concesión de libertad condicional a Rato.

En cuanto a lo que nos pilla más de cerca, tenemos “revirado” al Gobierno Autónomo, según propias palabras de su presidente, Angel Víctor Torres, advirtiendo que la Comunidad Autónoma Canaria está en contra del Gobierno central, al éste pretender que “toda la inmigración irregular se quede en Canarias.” En entrega anterior me quejaba de la insolidaridad de las restantes Islas no recogiendo la parte alícuota de inmigrantes (más del 60% en Gran Canaria), pues el problema hay que repartirlo. Cuando de ayudas económicas se trata, cada Isla reclama lo suyo, ¿por qué en este caso no? ¿El problema es solo de Gran Canaria? El presidente Torres reclamó que “se deben hacer mejor las cosas que tienen que ver con la migración irregular por parte del gobierno de España.” Que Canarias atiende a 2.600 extranjeros no acompañados (los menas), cantidad muy por encima de nuestra capacidad. Lo cual le lleva a quejarse de la poca solidaridad de las restantes Comunidades Autónomas, la misma insolidaridad que se repite en nuestro Archipiélago.

Claridad y transparencia de los datos sobre la incidencia de la migración irregular en la covid 19 y sobre poder viajar de estos supuestos afectados. Angel Víctor Torres exigió al Gobierno central desmantelar el campamento de Arguineguín, y a sus ministros que den la cara, actuando de otro modo. Al final, Tenerife se hizo cargo de un número en su mayoría marroquíes, los cuales fueron concentrados en unas instalaciones cuarteleras, casi sin atenciones, lo que hizo que las abandonaran deambulando por las calles, porque no les daban ni agua.

Hay un movimiento ciudadano que hace tiempo viene reclamando una Ley de Residencia, como ya existe en otros países, que reivindica el No al Racismo y el No a la Xenofobia. Es Iniciativa Popular Canaria. Se trata de un trabajo que vienen haciendo hace veinte años, Titeroygacat, sobre idea de PNC, cuya iniciativa legislativa popular se puso en marcha el año 1994 en Lanzarote, la que secundaron diversas islas, así como territorios peninsulares e Internacionales. Su lucha activa comenzó en el 2000 con la  primera manifestación a favor de la Ley de Residencia. Las “visitas sorpresa” -permítaseme la metonimia-, hay que regularlas. La desregulación es la que hace que el Gobierno Central y la UE se pongan de perfil, haciendo dejación de sus responsabilidades, e  impidiendo que estos migrantes se puedan repartir en las distintas comunidades y algunos países europeos. Así se les podría atender correctamente. Otra medida: colaboración y ayuda en origen que permita el desarrollo económico, evitando emigrar como solución a sus carencias.

Cuando todo el problema se desmadra sin control, como ahora está sucediendo, es la crispación de esos ciudadanos de San Bartolomé de Tirajana y de Arguineguín, que ven cómo se deteriora su convivencia, que debería ser pacífica y sin sobresalto, además de cargando la mochila de la crisis económica. Producto del miedo que les toque el virus, aceptan gustosos el nivel 3, o cuasi confinamiento. Si queremos en verdad ayudar, solidarios al máximo, primero debemos regular la emigración. Con el disparate del último desbordamiento que hemos tenido en plena pandemia no vamos a ninguna parte. Cientos de cayucos, haciendo de facto que nos convirtamos en los únicos responsables de los miles de migrantes que pisan nuestro territorio, es demasiado. Un grupo de jóvenes senegaleses nos exigen que les atiendan letrados canarios para demostrar que son menores. Con lo de ahora, nada más pisar las Islas ya tienen todos los derechos y nosotros todas las obligaciones de atender sus demandas. Cuando es una invasión incontrolada se hace cuesta arriba nuestra ayuda. Por el contrario, si el problema estuviera reglado, es como único nosotros en su atención, fuéramos más eficaces.                             

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana