El señor Antona, con jilorio de poder - por Nicolás Guerra Aguiar
El señor Antona, con jilorio de poder - por Nicolás Guerra Aguiar *
El Partido Popular consiguió los votos necesarios para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado gracias al apoyo de Ciudadanos (su otro yo en versión juvenil a la europea), el voluble Partido Nacionalista Vasco y las variantes combinatorias nacionalistas isleñas (CoATIción Canaria –CC- y Nueva Canarias -NC-).
Bento y Travieso
Por tal razón reclamará al señor Clavijo tres insignificancias: la primera -puramente simbólica- es la vicepresidencia, pues sin coche oficial ni hay autoridad ni prestancia política. Ni tan siquiera se cuadraría la Policía Canaria a su paso, lo más elemental. La segunda es la consejería de Hacienda: a fin de cuentas los euros llegan de Madrid y en Madrid manda el señor Rajoy, que para eso lo invitó a la foto oficial de la
De paso, además, satisfaría la regia vena guanartemil de doña PPepa, señoría defensora en el Parlamento canario de una misión en lo universal: la recuperación de sus restos (de él, claro), pues murió en Tenerife mientras prestaba apoyo físico y logístico a los conquistadores, enviados del Renacimiento europeo y cristianizadores de Canarias tras su incorporación a la Corona de Castilla, católica y ancha, benefactora de la Humanidad.
En apariencia se impondría el rigor democrático con tales acuerdos: como CC no cuenta con mayoría absoluta en el Parlamento, dialoga con partidos de la oposición y, finalmente, llegan a entendimientos en forma de Gobierno. Exactamente lo contrario a etapas anteriores en el Congreso de los Diputados, donde las confluencias racionales no existían debido a las mayorías absolutas: todo se imponía por la razón de la fuerza numérica, la más peligrosa de las razones cuando se convierte en la quijotesca razón de la sinrazón.
Peor aun, si cabe, es el panorama en Canarias: con tres mil votos, la Agrupación Socialista Gomera (ASG) obtiene tres diputados. Pero Ciudadanos, con 54 000, no entra en la Cámara. Y Nueva Canarias –salvadora del PP “por patriotismo canario”- logra cinco señorías… ¡con 94 000 papeletas! Lo cual -dicho sea de paso- demuestra la irregularidad de la regla de tres (1º de Bachiller, 10 añitos): si con tres mil quinientos votos ASG consigue tres diputados, Nueva Canarias hubiera sobrepasado el tope de sus señorías impuesto en el Parlamento canario.
Por tanto, la antidemocrática distribución de los asientos camerales no solo es arma cargable por la culata (“Ahí está el poder de mis votos”, dice un personaje galdosiano). Se trata además de un superbombardero que, a la manera de las fortalezas volantes usadas en Vietnam contra poblados y aldeas, machaca la más elemental regla del justo sistema: cada persona un voto, viva en Alajeró, Sabinosa, Garafía, Icod, Mala, Betancuria, Gáldar o Pedro Barba. Por tanto, espero que NC, la gran perjudicada, reclame también al Gobierno el máximo respeto a la voluntad popular.
El señor Antona fue invitado de piedra en las conversaciones con NC. Sin embargo, el joven presidente del PP canario insta con vehemencia y sin amonestaciones al arrimo con CC y ASG, acaso bigamia. Desagalladito está nuestro hombre. Ya lo había adelantado el Arcipreste de Hita en el siglo XIV: “[…] Y si oyen qu’el dinero empieza a retiñir, / por quién ha de cogerlo empiezan a discutir”.
* En La casa de mi tía por gentileza de Nicolás Guerra Aguiar