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viernes, 29 de marzo de 2024 08:39h.

Silbadas y pitidos - por Paco Déniz

La afición está deseosa de que la próxima final de la Copa del Rey de fútbol la jueguen otra vez el Bilbao y el Barça. Si de vivir un clásico se trata, nada más clásico, casi una nueva tradición, que la pitada al himno franquista y al rey de los españoles.

Silbadas y pitidos - por Paco Déniz, diputado electo por PODEMOS al Parlamento de Canarias *

La afición está deseosa de que la próxima final de la Copa del Rey de fútbol la jueguen otra vez el Bilbao y el Barça. Si de vivir un clásico se trata, nada más clásico, casi una nueva tradición, que la pitada al himno franquista y al rey de los españoles. Después de reírse del plan Ibarretxe, después de suspender el estatuto de autonomía catalán y frenar el referéndum de autodeterminación en Catalunya. Después de empobrecernos a todos… ¿qué querían?, ¿aplausos? Qué va, llevan siglos intentando domesticarlos pero no hay manera, cada vez que pueden se quitan la correa. Además, los asesores del régimen deberían saber que cuando se juntan muchos vasallos se pierde el miedo y la responsabilidad individual se diluye en el anonimato colectivo. Es una cosa sociológica y psicosocial de primero de carrera, pero los asesores del régimen no se enteran.

Por eso, cualquier evento puede convertirse en una oportunidad para el reproche, o simplemente para que conste en acta que en esos escenarios no es bien recibida la monarquía. Hubiera pasado lo mismo si el festival de Eurovisión se celebrara en Errentería. ¿Timaginas? La respuesta del régimen ha sido la criminalización de los silbadores y de los productores de pitos, en vez de asumir que no todo el mundo comulga con sus símbolos patrios. Dicen, además, que el deporte no puede utilizarse políticamente. ¡Cámbate! Cuando es el propio gobierno quien ha diseñado unir a la patria y aliviar los sufrimientos a base de éxitos deportivos de la Roja o el pijo pundonor de Nadal. No con empleo y mejoras salariales, no, sino con éxitos deportivos. Díganlo claro, lo que les jeringa es que el Madrid se quedara sin títulos. La violencia simbólica españolista de estos eventos nos satura los ojos y, sin embargo, llevo toda la semana intentando ver el gol de Messi al Bilbao, y no hay manera. En cambio, a cada rato, TVE te retransmite la goleada de España a Malta de los 80. Si quieren que la gente no silbe deberían comenzar por arreglar los problemas políticos, sociales y nacionales, o que el jefe del Estado no asista, cambiarle el nombre al torneo y, sobre todo, eliminar previamente a los dos equipos, me refiero a eliminarlos jugando mejor que ellos, ¡cuidado! Eso siempre es mejor que poner a los grises a vigilar grada a grada a ver quién se atreve a abrir la boca. De lo contrario, me temo que para la próxima final, aunque no sean vascos ni catalanes las peñas van a contratar una jurria de gomeros potentes y a comprar un container lleno de bucios.

 

* Publicado por gentileza del autor