La tragedia de la República Islámica y el dilema de los progresistas - por Sasan Fayazmanesh en COUNTER PUNCH
Federico Aguilera Klink señala este artículo de Sasan Fayazmanesh en COUNTER PUNCH y añade: "Preguntas y aclaraciones muy interesantes". En efecto, agrego yo, Chema Tante. El profesor irani ofrece unos puntos de reflexión, no solamente sobre la situación iraní, sino como se manejan la cosas en muchas de las supuestas democracias, en las que las masas famélicas desesperadas votan y llevan al poder a una u otra gente "a ver si su suerte mejora" y vuelta a empezar.
En las llamadas democracias occidentales, como señaló una vez Karl Marx, cada pocos años la gente decide qué miembro de la clase dominante los representará mal. Entonces, los votantes oscilan entre este o aquel partido, o este o aquel individuo, esperando que algún día tengan suerte y su suerte mejore. Aunque tales esperanzas casi siempre se desvanecen después de la elección, el concepto de elección da la ilusión de legitimidad al sistema de gobierno. En estas democracias, los disidentes suelen ser pocos y en su mayoría ineficaces, por lo que son tolerados. El único momento en que el aparato estatal puede usar la fuerza masiva contra ellos es cuando se cuestiona la legitimidad del estado y el orden social existente se ve amenazado
