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viernes, 26 de abril de 2024 15:48h.

La verdad incompleta de García Page - por Antonio Aguado

 

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Page no sabe si repetirá como candidato: "En el PSOE manda uno, los demás somos monaguillos" INFO LIBRE

 

La verdad incompleta de García Page - por Antonio Aguado Suárez, coherente veterano militante socialista *

Recientemente el presidente de Castilla La Mancha Emiliano García Page, hizo unas declaraciones manifestando que Pedro Sánchez es el único que tiene todo el poder en el PSOE y que los demás (incluyéndose él) son monaguillos.

En lo que respecta a lo primero estoy totalmente de acuerdo, pero en lo que se refiere a su persona comparándose con los militantes de base, es un autentico despropósito, máxime si se tiene en consideración que él es homologo y equivalente de Pedro Sánchez en su comunidad autónoma y podría aplicarse en la misma, su condición de jefe absoluto de la doble vertiente la interna orgánica y la externa institucional.

Esto ocurre con los jerarcas de todos los territorios: estatal, autonómico, provincial,  insular y municipal, que suelen ocupar los cargos orgánicos e institucionales al mismo nivel y desde este, condiciona o secuestra al otro, o sea, al conjunto del Partido y en ese sentido, se erigen en jueces y parte.  

Todos los partidos políticos se han jerarquizado y sus estructuras tienen ese componente. El PSOE no es una excepción y más al ser partido de gobierno. Pedro Sánchez, desde la Presidencia del Gobierno y secretaría general del PSOE, cargos que al mismo nivel le convierte en juez y parte, no tiene (ni puede tener), ningún tipo de contestación y menos oposición a todo lo que se proponga. 

Si ya en el pasado 39 congreso federal, celebrado en Madrid en junio de 2017, modeló al Partido Socialista a su imagen y semejanza, en el último en Valencia en octubre de 2021, impuso unas condiciones muy antidemocráticas, como la elección de los cabezas de delegación (auto elección de los dirigentes territoriales) y éstos, impusieron al resto de los delegados, acrecentando mucho más sus poderes prácticamente incontestables. De antemano y en su transcurso, el congreso estuvo mediatizado o secuestrado y desde posiciones democráticas, se debería ver con mucha preocupación.

Las siglas PSOE que se han mantenido inalterables desde que fue fundado el Partido Socialista el 2 de mayo de 1879 por Pablo Iglesias Posse, desde hace tiempo han sido usurpadas como en el caso de Pedro Sánchez, que ha llegado a acumular más poder que los otros usurpadores Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero juntos. 

Por eso, se permite al margen de la militancia, seguir apoyando al mas que indecente rey emérito (incomprensiblemente no le ha retirado ese titulo honorífico, que expresamente para él lo creó Mariano Rajoy), llegando varias veces el Grupo Parlamentario Socialista, a vergonzosamente unir sus votos con los del reaccionario Partido Popular y fascista Vox, para boicotear la creación de una comisión parlamentaria, que investigue los presuntos delitos que ha venido cometiendo, algunos de suma gravedad, como el de cobrar comisiones por trafico de armas.

En reiteradas ocasiones, Pedro Sánchez ha prometido empoderar a la militancia, haciéndole participe a través de consultas de suma importancia, pero como se ha venido demostrando, hace justo lo contrario. La apertura de las Casas del Pueblo a la ciudadanía, suena muy bien, pero, ¡si es que no están abiertas a la propia militancia!. 

En este sentido, Emiliano García Page (ni el resto de sus homólogos jerarcas territoriales) tiene ninguna autoridad moral para haber pronunciado la referida frase. Todos en sus respectivos ámbitos y niveles, son equivalentes a Pedro Sánchez. Además éste les sirve de cobijo y se apoyan mutuamente entre ellos, para lo que más les interesa, perpetuarse en los cargos y vivir como políticos profesionales. 

Eso es como consecuencia de que, las estructuras y el funcionamiento de los partidos políticos como el PSOE lo permiten, No digamos nada, sobre el acceso a los cargos de personas sin valía, capacidad ni méritos que les avalen, pudiendo  acceder a los mismos, tanto de elección (imposición de los dirigentes por mediación de listas cerradas) y los innumerables de confianza o designación. Cada vez más, los partidos políticos parecen agencias de colocación y sobre todo, los que ostentan mayor poder.

El político profesional con su perpetuidad en el cargo, es la peor de las lacras. Para evitarlo, se hace necesaria una profunda regeneración democrática.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Antonio Aguado Suárez

 

ANTONIO AGUADO RESEÑA
ANTONIO AGUADO RESEÑA

 

 

 

MANCHETA FEBRERO22