Hay un violador suelto en Tenerife y nadie hace nada por detenerlo - por Eloy Cuadra
Hay un violador suelto en Tenerife y nadie hace nada por detenerlo - por Eloy Cuadra *
Y lo peor no es que nadie haga nada por detenerlo, es que además todos lo conocen, saben dónde para, cómo y cuándo actúa y a pesar de eso no quieren detenerlo. ¿No les parece algo escandaloso?
Siento el titular tan duro, espero que nadie se moleste, pero no encontraba otra manera de explicarlo. Sí, es posible que haya algún violador suelto por la isla de Tenerife, pero yo al menos no lo conozco, y si actúa imagino que lo hará cuidándose de que nadie lo sepa. El violador del que yo les hablo violenta a gran escala, lo hace con la dignidad de familias enteras, con sus esperanzas, con el trabajo duro de mucha gente y hasta con las instituciones que tanto decimos defender. El otro día supe que este miserable volvió a actuar, la víctima, en primera instancia, un padre al que ayudo de vez en cuando y su hijo enfermo. Quisieron violarlos pero no pudieron, el padre no lo consintió.
Intenten ahora visualizar la escena, un padre de una ciudad de Tenerife, uno como tantos, sin trabajo, sin ingresos. Un padre que está solo con un hijo a cargo, un hijo con una grave enfermedad. Imagínenlo, al padre, colaborando con una asociación "solidaria" que reparte alimentos a familias con dificultades. Trabaja y a cambio recibe algunas bolsas de comida de vez en cuando. En la asociación lo ven, saben que está en una situación precaria, sin tan siquiera luz eléctrica conectada en el apartamento donde viven, y se ofrecen a ayudarlo a cambio de un pequeño sacrificio. El padre accede a ese para él no tan pequeño sacrificio, piensa en su hijo y cree que por su bienestar vale la pena, todo sea por volver a tener luz en casa. Pero en la asociación inesperadamente deciden pedirle otro nuevo sacrificio, que se afilie al partido político al que ellos están vinculados. El padre, ante esa nueva y ofensiva petición se niega, no se afilia al partido. A los pocos días ya no es bien recibido en la asociación y no puede seguir colaborando, y así, deja de recibir los alimentos que tanto necesita.
Hasta ahí puedo contar, no doy nombres porque metería a este padre en más problemas de los que ya tiene, pero merece toda mi credibilidad y aunque no se lo dije expresamente, lo cierto es que estoy orgulloso de que haya ciudadanos de este calibre en Tenerife, que no se dejan forzar, que no permiten que se viole su dignidad como persona, por muy necesitados que estén.
Y bueno, no voy a extenderme más porque la mayoría de ustedes ya saben cómo funciona esto. Muchos porque participan y se benefician de una u otra manera, otros tantos porque lo sufren y no tienen la fuerza ni la capacidad para resistirse, y otros porque lo saben pero consienten porque no les afecta. Aunque en realidad sí que les afecta, a ellos y a todos, cuando se viola la dignidad de las personas que peor están y las reglas básicas de la democracia.
Lo peor de todo esto es lo que decía al principio, cuando este artículo se publique habrá quién lo lea, algunos se escandalizarán, otros se entristecerán y muchos se sentirán aludidos por activa o por pasiva, pero mucho me temo que pasará el tiempo y el violador seguirá suelto por nuestra isla, humillando, forzando, violentando y sometiendo cada vez que pueda. O tal vez no, quizá ahora la cosa cambie. No sé, no tengo muchas esperanzas, aunque, no puedo engañarme, si no me quedara aún un mínimo no habría escrito este artículo.
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Eloy Cuadra