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viernes, 26 de abril de 2024 17:59h.

 Y los nuestros que se pudran… - por Isidro Santana León

Ocurre desde el día 13 de octubre, que un canario, desesperado por no tener trabajo con que llevar el sustento a casa, emprende una huelga de hambre, protesta a la que posteriormente se han sumados dos huelguistas más.

 Y los nuestros que se pudran… - por Isidro Santana León *

Ocurre desde el día 13 de octubre, que un canario, desesperado por no tener trabajo con que llevar el sustento a casa, emprende una huelga de hambre, protesta a la que posteriormente se han sumados dos huelguistas más. La reivindicación se está llevando a cabo en la Plaza de San Juan en Telde y estos hombres, desesperados, rebelados contra este sistema corrupto y abusador, son los siguientes: Santiago León que hoy hace 15 días en huelga, José Antonio con 10 y Antonio Miguel con 5 días (apuntar que ayer entró en huelga de hambre otro hombre, en el término de Santa Lucía de Tirajana).

Ellos exigen su derecho a un trabajo digno para sustentar a sus familias y se han propuesto llegar hasta las últimas consecuencias. Culpan a todas las administraciones en general, al gobierno y a los sindicatos, de crearles esta situación de pauperismo e intento de segregación social.

La huelga de hambre no es un acto de mendicidad, como los que les gusta gestionar a este sistema de repartir bocadillos y crear el desarraigo social y la marginalidad en miles de canarios que se ven forzándolos a buscar en las basuras, mientras la costra política pasa insensible ante el oprobioso espectáculo con suntuosidad y altivez despreciando a la subclase.

La huelga de hambre es un acto de dignidad, de valentía, con el que se le avisa a este sistema canalla que los derechos de las personas no es un paquete de arroz o una caja de leche, sino el reconocido en esa constitución española, artículo 35 y en la Declaración Universal de los derechos Humanos. Se debiera tener en cuenta que el hecho de no contar con un trabajo digno cercena la dignidad de las personas y por ello la posición de huelga de hambre no se puede considerar como medida de coacción sino como actitud de desesperación y dignidad.

Debo denunciar la obscenidad fascista e inhumana del cura de la Parroquia de San Juan, en cuanto les negó cobijo en la iglesia a estas personas, en clara situación de emergencia el día que diluvió en Telde, acto de miserable y persona vil sabiendo que la Iglesia recibe subvenciones del erario público cedidas por los políticos de gobierno.

Canarias le paga sumisamente a España el objetivo de déficit marcado por el gobierno de la metrópoli, además de que la balanza de pago, Canarias España, juega a nuestro favor: Canarias entrega más a España que lo que recibe de ésta.

El incremento del turismo se prevé que este año llegue a 14 millones de visitantes, pero no baja el paro en la población canaria, además de que el Gobierno de Canarias subvenciona con dinero público la presencia de las empresas turísticas afincadas en nuestra tierra en ferias como FITUR y otras; propaganda ésta que se le hace gratuita a los empresarios del sector, los mismos que, además de no crear empleo para nuestra gente –son ellos foráneos en su mayoría y nos miran como esclavos– sino, al contrario, explotar a los trabajadores que ya tenían en plantilla incrementando la jornada laboral, defraudando a la S.S y fugando del Archipiélago más del 80% de las rentas que aquí se generan.

Los más doloroso de todo esto, no es saber que tenemos un sistema y unos políticos corruptos que han hecho del pueblo canario un pueblo sin alma, sumiso, mendicante y demás, sino que, aquellos que se jactan de canaristas, independentistas, que llevan el socialismo como eslóganes, otros que dicen ser los defensores puros de los intereses de Canarias o esos sindicatos putrefactos que sólo funcionan en apariencia y se dedican exclusivamente a alguna escaramuza, al festejo guanchista y a exhibir parafernalias obreristas, no aparecen a apoyar a los guanches que están en huelga de hambre sino que rehuyen toda brega directa con el sistema colonial. Sí, es de vergüenza y de fratricidas, como apoyan las huelgas de hambre y otras reivindicaciones de foráneos mientras a los nuestros los dejan morir como perros. ¡Dónde están ustedes!, ¡Los del Día de la Bandera!, ¡Los que se visten con harapos aparentando rebeldía cinematográfica y se cogen las cogorzas en los barrancos! ¡Ahora es cuando hay que demostrar que son hermanos, que son solidarios, que son canarios, que son guanches, patriotas, revolucionarios, socialistas! Ahora que el pueblo los necesita a su lado porque los están matando ¿dónde están ustedes…, esperando la siguiente fiesta? Esto seguirá adelante, hay más de 500.000 canarios en paro y la miseria ya alcanza ¾ partes de la población. Aprovechen para demostrar la coherencia: en la Plaza de San Juan, en Telde, les espera unos guanches alzados como Tanausu.

* En La casa de mi tía por gentileza de isisdro Santana León