Fue en el mes de junio, al llegar a casa después de un día de trabajo. Una invitación a un grupo de Facebook. De pronto, un déjà vu me paralizó por un instante. No era la primera vez, y aunque no conocía personalmente a los integrantes del grupo pude comprobar como tanto la persona que me envió esa invitación como algunos componentes ya eran antiguos conocidos de la campaña Madrid con Manuela y de diferentes movimientos sociales. Mismo modus operandi aunque un objetivo mucho más complejo y delicado.

Poco a poco fui leyendo los comentarios que posteaban sobre ese anhelo por conseguir algo tan complicado como una candidatura de confluencia de cara a las elecciones generales.

No lo dudé un instante.

Han pasado apenas dos meses y la sensación es que comenzamos hace años, quizá porque ese anhelo que mencionaba anteriormente lleva mucho tiempo planeando por nuestras mentes. Pensábamos en ello individualmente hasta que se ha tejido una red que nos ha conectado para pensar en común.

Como sucede en cualquier familia, en un grupo de amigos, incluso en las parejas que se aman profundamente, siempre existen discrepancias sobre diversas cuestiones, en este caso sobre la metodología, los tiempos, etc. pero todo eso queda reducido a cenizas cuando alguien recuerda por qué estamos aquí, cual es el objetivo.

Ese objetivo es sólo uno, pero los motivos los podemos contar a centenares, dependiendo tanto de las experiencias individuales como colectivas.

La necesidad de esa candidatura de confluencia puede ser tan distinta como ciudadanos habitan una determinada población, región, etc. Siempre habrá un motivo por el que una persona crea fundamental que exista una única papeleta que depositar en una urna en las próximas elecciones generales, exceptuando a ese % que, o bien aterrado por las campañas del miedo que propugnan los que ostentan el poder o bien porque esta “crisis” ha enriquecido a muchos allegados de las altas esferas, temen esa candidatura de confluencia.

Esa única papeleta es la de la ciudadanía, la de la mayoría que sufre, la de los desahucios, la de las personas que no puede encender la calefacción en invierno porque la factura de la luz es tan elevada que su única forma de entrar en calor es haciendo acopio de mantas, la que acude a los bancos de alimentos, la que no puede soportar comprobar cómo mientras todas estas cosas les suceden a vecinos y conciudadanos, los medios de comunicación recogen a diario novedades sobre los miles casos de corrupción de las personas que ocupan cargos en las administraciones públicas.

Volviendo a lo personal, no tuve ninguna duda en el objetivo de la candidatura de confluencia comprobando los resultados de las elecciones autonómicas y municipales de la ciudad en la que habito.

Un ejemplo muy significativo es lo que sucedió en la Comunidad de Madrid. Mientras en el Ayto. de Madrid la ciudadanía se volcó en realizar una campaña de apoyo a la candidatura de confluencia de Ahora Madrid, donde parecía imposible arrebatarle al PP el gobierno municipal, pudimos comprobar cómo en la Comunidad de Madrid todo continuó como siempre, con un gobierno que ha realizado recortes en educación, que ha vendido vivienda pública a fondos de inversión, etc. y que está inmerso en tantas tramas de corrupción que en los Cuerpos de Seguridad del Estado van a tener que contratar a un novelista para que cree nuevos nombres con los que puedan designar esos indecorosos entramados. Distintas caras aunque mismas actitudes.

No podemos permitir que algo así suceda en el conjunto del Estado, si no queremos mordazas, si queremos una sociedad justa, si ansiamos ese impulso de cambio, este es el momento de hacerlo, porque no habrá otro. Este momento es el de todas y todos, el de ahora y en común, y en el que los actores políticos y sociales dejen de mirar su ombligo, levanten la frente y tiendan las manos…. Esta gran familia que es Ahora en Común, que no es otra que la de millones de personas que elevan su voz en un único grito de esperanza, no podría perdonar que no se produjese esa altura de miras, porque son ellos y ellas los que sufren las consecuencias de no vivir en una auténtica democracia.

Sonia Martínez
Impulsora y firmante de Ahora en Común

* Tomado de la página de Ahora en Común

http://ahoraencomun.org/2015/08/16/ahora-en-comun-y-el-impulso-del-cambio/

https://www.facebook.com/pages/Ahora-en-Com%C3%BAn/996585507048830