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viernes, 19 de abril de 2024 10:24h.

Ayer fui al notario - por Antonio Cabrera de León

 

frase cabrera

Ayer fui al notario - por Antonio Cabrera de León *

Ayer fui al notario. El pobre hombre, que no hombre pobre, se me quejó de lo poco que lo visito, pero le expliqué que él me trae recuerdos de hipotecas y lo entendió. A nadie le gusta que le recuerden sus deudas, por eso no había vuelto.

Fui al notario porque me sentí obligado. Me había llamado un amigo suizo para informarme de que puedo haber sido designado heredero de la fundación Campechanoprimero sin saberlo ¿En serio, le pregunté, sin mi consentimiento? Y sí, oye, que resulta que quienes tenemos trato frecuente con la casa real podemos estar en un lío. Los suizos saben de esto.

Se ignora si es por afecto o por demencia, pero al campechano le ha dado por nombrar herederos a diestro y siniestro, y tiene mucho para repartir. A Cori le ha soltado 65 millones, según dicen, pero la desagradecida va largando por ahí porque considera que lo que ella sabe vale más que eso. Que se ande con ojo, que hace tiempo que no se usa la cal viva, pero todavía anda Felipe G. repartiendo consejos (cobrando, supongo, porque no le da la pensión para llegar a fin de mes y por esto se presta a cualquier bolo).

Desconozco si mi herencia vendrá de la fundación Lucum, de la fundación Zagatka, o directamente de la Campechanoprimero. Tengo que hablar con Álvaro, que es el contable de la familia. Hace 23 años un grupo de banqueros y empresaurios, presumió públicamente de comprarle un yate al rey, pagando a escote 3.000 millones de pesetas. Emplearon para ello otra fundación, otra más, integrando como patrono a Jaume Matas que ya apuntaba maneras. A este Álvaro le conviene cuidarse porque aparte de Matas recuerdo encarcelados a Manolo Prado y Iñaki Urdangarín.

Tiene peligro acercarse a la contabilidad de la monarquía.

Aún más atrás en el tiempo, hubo otro yate Fortuna que le fue regalado al campechano por el rey Fahd de Arabia Saudí. Los reyes de Arabia son así, o te mandan descuartizar y te sofríen en alguna embajada o te regalan un yate. Pero hay que reconocerle al campechano su suerte. Cada vez que se tomaba un café le regalaban un yate, sin que él hiciera nada a cambio. Nada de nada.

Con el fiscal investigando, yo por si acaso comparecí ante notario para rechazar cualquier herencia campechana manifestando que, en caso de que sin mi consentimiento hubiera sido designado heredero, tampoco la aceptaría en el futuro. A menos que cambie de opinión, que puede venir la República y vete tú a saber lo que hago.

De momento, y visto que el hijo desagradecido lo ha dejado sin la paguita, hemos decidido crear el Ingreso Mínimo Vital para que campechano pueda solicitarlo si le cuesta llegar a fin de mes. Por eso ni VOX, que era la derechita valiente, se atrevió a votar en contra. Larga vida al rey.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Antonio Cabrera de León

ANTONIO CABRERA DE LEÓN RESEÑA

mancheta 22