Canarias, una democracia adulterada - Enrique Bethencourt
Bajo las espurias justificaciones de la pretendida defensa de las minorías, la búsqueda de la engañosa estabilidad de gobierno y la inconsistente "funiconalidad parlamentaria", las leyes electorales canarias, además de mantener el inaceptable método D'Hondt (mal llamada ley), pero aumentando las barreras electorales hasta un 65 y un 30%. Una manera descarada de favorecer a las formaciones políticas más fuertes, en dtrimento de las minorítarias. Sin tener en cuenta, además, que los partidos políticos mayores han obtenido su hegemonía oprecisamente por la fuerza económica que, con mayor o menor legalidad, han obtenido merced a su participación en el poder. De manera que la situación política se debate en un circulo vicioso absolutamente ausente de todo sentido democrático: la ley electoral favorece a los partidos fuertes, que tienen fuerza por haber ejercido el poder que consiguieron a su vez por las ventajas que les otroga la ley electoral.
El trabajo de Enrique Bethencourt aporta una serie de datos y estimaciones que avalan la tesis, mayoritariamente asumida, de que en Canarias no vivimos en democracia, tampo desde el punto de vista electoral
http://latiradera.wordpress.com/2013/07/24/canarias-una-democracia-adulterada/