Porque la realidad es que Enrique vuelve a caer en el error de tomar las estimaciones que hacen las empresas encuestadoras, por el voto real. Un error justificado porque se basa en la misma trampa que tienden despues los resultados electorales, que prescinden de los votos de la abstención. No se puede olvidar que las encuestadoras se atreven a decidir qué votará una persona que no dice, y a menudo, no sabe, qué es lo que va a votar cuando toque.

Estas esrtimaciones de voto, impecables desde el punto de vista teórico, deben ser contempladas como lo que son: unas indicaciones que sirven solamente para que los partidos tomen decisiones estratégicas. Pero no son en absoluto referencias estrictas de intención de voto. Por eso yo siempre digo que el manejo que algunos medios hacen de esta estimaciones es engañoso y sensacionalista.

Yo insisto en que la lectura que hay que hacer es que solamente una fracción cercana a la tercera parte del electorado sigue apoyando a la hidra bicéfala, en España y tricéfala, en Canarias. El problemano es esa gente minoritaria que vota por el Pp, PsoE y Cc. El problema viene, por un lado, de un sistema incapaz de modificar una normativa electoral injusta y, por el otro, de la creciente legión de personas que se desgajan de la política.

Así que coincido con Enrique. Hay motivos para le dsaliento y la alrma. Pero son otros.

http://latiradera.wordpress.com/2013/10/06/encuestas-desilusion-y-realidad/