Al final iré a votar, Jordi Évole LA VANGUARDIA - Después de tantos años, Alfonso González Jerez en EL DÍA. Julián Ayala señala y comenta dos textos contra la abstención
" Y votaré contra los que quieren que sigamos votando hasta que salga lo que ellos quieren" dice Jordi Évole en este artículo en LA VANGUARDIA que señala, junto con otro de Alfonso González Jerez en EL DÍA, Julián Ayala. Dos reflexiones de dos tipos que, hartos de tanta zafiedad, pensaban abstenerse, pero que coinciden, como tanta gente más, en la alarma suscitada, por un lado, por la fantasmonada fascista y, por el otro, por el cúmulo de ruines intereses. "A la fuerza ahorcan", como dice Julián Ayala, quien no escatima su incisivo comentario.
Comenta Julián Ayala:
Votaré por una solución dialogada en Catalunya, donde la persuasión gane a la represión. Y votaré contra los que quieren que sigamos votando hasta que salga lo que ellos quieren. Contra los que creen que vivimos en una sociedad teledirigida, sin pensamiento crítico, donde se puede moldear nuestro voto a su antojo a base de hacernos votar cuatro veces en cuatro años. Si algunos ya tienen en mente otras elecciones –no lo descarten–, que sepan que somos unos cuantos los que seguiremos votando para no darles la razón.
https://www.lavanguardia.com/opinion/20191108/471457325778/ire-votar-jordi-evole.html
El lunes me senté a ver el debate de TVE mientras leía una revista, o tal vez al revés, y a los pocos minutos descubrí que un fascista estaba profiriendo hediondas insensateces con una voz suave y bien timbrada. El fascista había sido considerado un friki hace tres o cuatro meses, y mucha gente, incluso, se negaba a llamarle fascista antes y después de abril. Pero era un fascista el que hablaba desde un eficaz aplomo demagógico sin apenas ser interrumpido por nadie. Tan inequívocamente fascista que incluso citaba a Ramiro Ledesma Ramos -un cartero que leía a Heidegger y al que Primo de Rivera echó de Falange por demasiado nazi- sin que ninguno de sus oponentes, por otra parte, se diera cuenta. Vi crecer la sombra del tipejo en las encuestas. Y entonces me di cuenta. El jodido facha y sus mesnadas franquistoides me habían jodido la abstención. Volví atrás. Camine sobre los rescoldos ardientes de promesas rotas, alianzas canallescas, corrupciones encenegadas, empobrecimiento y manipulación, degradación institucional, precariedad laboral y mentiras unánimes y regresé al momento del voto.
https://www.eldia.es/opinion/2019/11/08/despues-anos/1023197.html