Buscar
viernes, 19 de abril de 2024 00:10h.

Imputaciones, desimputaciones y demás aberraciones - por Chema Tante

Estamos asistiendo en estos días -en Canarias, digo, porque por allá por España, la cosa es una mala comedia- dos de las muchas ocasiones en que los tribunales intervienen en la política, poniendo y quitando, no reyes, pero sí candidatos. 

Imputaciones, desimputaciones y demás aberraciones - por Chema Tante

Estamos asistiendo en estos días -en Canarias, digo, porque por allá por España, la cosa es una mala comedia- dos de las muchas ocasiones en que los tribunales intervienen en la política, poniendo y quitando, no reyes, pero sí candidatos. 

Tenemos un candidato al que se le trinca en varios casos de utilización proterva del poder, para favorecer o perjudicar a unas personas o empresas, en claro agravio comparativo con otras. Fernando Clavijo, canidato de Cc, reconoció, en el fragor inicial del descubrimiento de los hechos, haber perpetrado (el verbo es mio, claro) las acciones de que se le acusaba. Y, coincidiendo con su cómplice Bermúdez, afirmaba que eso eran prácticas habituales en un concejal o un alcalde. Por supuesto que sí. Esas son las malas mañas del partido de ambos.

En realidad, las pruebas confirmaban que el entonces concejal hizo lo que hizo. Interceder por gente para que le den empleo, ignorando las otras decenas de miles de personas desempleadas en el municipio; manoibrar para conseguirle vivienda a una determinada persona afín políticamente, cuando ha sido repetidamente censurado por las entidades y colectivos ciudadanos por su cruel insensibilidad social; trapichear alevosamente con las licencias comerciales... todo eso salta a la vista que lo había hecho Clavijo. Pero, cosas de la democracia, las pruebas no son aceptables procesalmente, porque, qué contrariedad, mire usted, no aparece el auto que autorizaba las escuchas telefónicas. No importa que quien las autorizó diga que sí, que las autorizó. Si no está el papelito, las pruebas no existen y el candidato queda rápidamente exonerado. Y sale inmediatamente a llenarse la boca, proclamando que "se ha demostrado la inocencia" cuando era que no se había demostrado procesalmente la culpabilidad, que es cosa muy distinta.

En los mismos tiempos, otro candidato, Pedro Fernández Arcila de Sí se puede en Santa Cruz de Tenerife, resulta imputado porque, qué cosas pasan en tribunales y ayuntamientos, no aparecen los informes por los que cobró unos legítimos, aunque parvos, honorarios profesionales del ayuntamiento de Granadilla. Por tanto, el abogado candidato de Sí se puede es reo del grave delito de mamarse unas perras por la cara. No importa que sea el ayuntamiento, gobernando por enemigos declarados del acusado, quien haya "extraviado" los informes. No vale de nada que el acusado afirme que tiene a la disposición del juzgado la copia de los dichosos informes. No se contempla que el a la sazón gerente del ayuntamiento hubiera certificado la recepción conforme de los documentos objeto de la contratación. No hay nada que hacer. Aquí si que juega la proverbial exasperante lentitud judicial. Aquí sí que el candidato irá a las elecciones con el estigma de la imputación, para alborozo de la jauría que rechaza a Sí se puede y de la banda de quienes dicen defender a PODEMOS, pero se dedican a pònerle palos en todas las ruedas. Esa banda capitaneada por Fernando Ríos quien, como no le funcionó la treta de infiltrarse en PODEMOS, siguiendo las órdenes de su jefe Paulino, no pierde comba para desprestigiar a la organización por quien tanto alega profesar devoción.

El criterio de que la gente imputada no debe postularse a elecciones es impecable y lo sigue siendo. Lo que no es en absoluto nada limpio es la actuación de algunos jueces y algunas juezas. 

En LA OPINIÓN y LA PROVINCIA, Alfonso González Jerez escribe un duro artículo sobre este asunto, del que, como siempre, debo reconocer su sensatez. Pero, en este caso, creo que no trata del tema completo. Porque no alude a la evidente ausencia de sentido de la equidad, en una justicia que corre como un rayo, para desimputar a un candidato, en tanto que se queda mirando para los celajes, si se trata de liberar del peso a otro. 

Como siempre, el batumerio es asfixiante.

http://www.laprovincia.es/opinion/2015/04/18/imputaciones-dimisiones/696625.html

http://www.laprovincia.es/canarias/2015/04/17/anuncia-recurrira-archivo-imputaciones-clavijo/696430.html

http://www.diariodeavisos.com/2015/04/arcila-acusa-su-imputacion-mafia-del-psoe-granadilla/