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sábado, 20 de abril de 2024 09:50h.

La Gran Recesión, la crisis de la deuda soberana y las alternativas de la izquierda europea - por Gustavo. Buster


En SIN PERMISO un excelente artículo de Gustavo Buster que recomiendan Carlos Martínez y Javier Caso
Esta fue la ponencia de Gustavo Buster en el seminario sobre "Crisis y Libertad Nacional" organizado por la Fundación Socialismo sin Fronteras el 29-30 de septiembre en el valle de Baztan, Navarra.



 

Dice Javier Caso:

"Un magnífico artículo nos hace llegar Carlos Martínez, del mismo destaco dos ideas fuerza, esto es, la del ámbito que ha de tomar la lucha, o sea, el europeo; y, por otra parte, la necesidad de ir conformando Syrizas que, a corto-medio plazo, sumen juntas. Estas dos ideas ya habían sido expuestas en este grupo de Comunicación de CLI por algunos de sus miembros. Lo dicho, un brillante análisis. Te tengáis mucha suerte y se os de muy bien el acto público de CLI que tenéis hoy en Granada. Un saludo. Atentamente, Javier Caso Iglesias.

 
Aprovecho para exponer las dos ideas fuerzas que más me han llamado la atención de este artículo, ideas que suscribo y con las que estoy totalmente de acuerdo, usando para ello las palabras de Gustavo Buster.-
 
En definitiva, la cuestión pendiente es si será posible resistir a las "devaluaciones internas" en los estados miembros, cambiar la agenda política, construir alianzas y movilizar a nivel de la eurozona para modificar la correlación de fuerzas donde se producen las decisiones de política económica determinantes. Sin esa resistencia, sin cambios electorales políticos como los que han permitido entrever los ascensos de Syriza en Grecia, del Partido socialista holandés o del Front de Gauche francés, sin coordinación y movilización sindical europea, sin cambios en la opinión pública de las clases dominadas no solo en la periferia, sino en el centro de la eurozona, la evolución de la crisis estará dominada y dirigida por los intereses y la hegemonía de las oligarquías europeas. La expulsión del euro o la obligación de salir de él de un estado miembro supondría una brutal devaluación externa que multiplicaría el volumen de la deuda, empobrecería a la población y provocaría la venta de activos al exterior, sin por ello cambiar el nivel de integración en la división de trabajo europea por falta de alternativas reales ni poder controlar en realidad la emisión de la nueva moneda, que tendría que ser financiada por la banca europea y, en última instancia por el BCE, como hoy ocurre con los países bálticos. No existen "soluciones en un solo país" a la crisis de la eurozona después del largo proceso de integración comunitario, ni "alternativas revolucionarias en un solo país" sostenibles a corto y medio plazo. El único marco posible de la crisis en Europa pasa por un cambio en la correlación de fuerzas a nivel de la UE y el desarrollo de un modelo alternativo federal , democrático y social, de construcción europea.
 
Plantear y construir Frentes Amplios electorales con todos los sectores de la izquierda implicados en la resistencia anti-neoliberal, tanto reformista como revolucionaria, tanto federal como soberanista y, si no es posible antes de las elecciones, dejar la puerta abierta para incorporaciones posteriores, alianzas o colaboración común en los distintos niveles institucionales. Construir una, dos, tres, muchas Syrizas…."