Al nuevo PsoE le irrita la izquierda pero no quienes "quieren romper España" - por Chema Tante

El nuevo PsoE practica sin rubor la contradicción, no solamente con sus ideales y con los principios democráticos, sino hasta con lo que hayan dicho o hecho un par de días antes. Ahora pactan en Euskadi con un partido nacionalista, pero de derecha. Como lo vienen haciendo en Canarias con otro de derechas, pero que se llama, aunque sea mentira, nacionalista.

Toda la montaña de argumentos con que justificaron los mandamases del PsoE su sumisión al neoliberalismo que supone su apoyo al partido mal llamado popular para que gobierne, se basaron, dentro y fuera de la organización, explícitamente, en la negativa a entenderse con "quienes quieren romper España". Incluyendo en esa categoría a todo partido que sostenga el derecho a decidir de los pueblos. Pero ese emperretamiento ocultaba la auténtica razón: a los barones, la sultana y los jarrones decrépitos psociatas les repugna de manera insuperable todo lo que huela a izquierda. Y eso, por una razón muy sencilla. Los planteamientos progresistas amenazan las doradas posiciones financieras de esta tropa y serían causa de la inquina de los poderes económicos a quienes la cúpula psociata tanto quiere y, sobre todo, tanto debe.

Ahora, el partido socialista vasco -sucursal y franquicia del partido español poco socialista y obrero- ha llegado a un acuerdo de gobierno con el PNV, organización que mantiene como tesis insustituible el derecho a decicir del pueblo de Euskadi, y de todos los pueblos del estado español, lógicamente. Una tesis, por cierto, que aparece expresamente en el texto del pacto de gobierno. Pero, eso sí, el PNV, junto a ese pecadillo intrascendente, goza de la cualidad excelsa: es un partido conservador. Es decir, de derecha. Derecha democrática, es cierto, pero derecha. Por eso, a la gestora psociata, que expresa cierta reticencia de boquilla ante ese acuerdo, le parece en realidad fantástico que su sucursal vasca toque poder- En las mismas circunstancias que lo viene haciendo, hace siete años ya, su franquicia canaria, con el partido Cc, Coalición canaria, también conocido como Coalición inmobiliaria. Allá en el norte penisular, como en estas islas africanas, no importan los sentimientos -sinceros o mentirosos- nacionalistas del socio de gobierno. Lo que importa es que no defienda la resistencia al neoliberalismo.

Porque, esa gestora psociata, continuadora de los criterios de las últimas direcciones, puede aceptar, cuando sea necesario, que se demande examinar el derecho a decidir, pero de ninguna manera aceptará el derecho a distribuir la riqueza.

Por esa voluntad de mantener la sumisión al neoliberalismo se negaron los sepulcros blanqueados psociatas a llegar a un acuerdo que podría llevar al gobierno del estado español a una coalición de partidos progresistas, nacionalistas o las dos cosas a la vez. Por ese cerril empeño, está el partido mal llamado popular en el poder.

Lo escribe y proclama Chema Tante