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domingo, 28 de abril de 2024 18:24h.

Polarización “Las cifras hablan por sí solas” ESPACIO INDEPENDIENTE

 

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Polarización “Las cifras hablan por sí solas”

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La Real Academia de la Lengua y la Agencia EFE han elegido “polarización” como palabra del año 2023, debido a “su elevada presencia en los medios de comunicación durante los últimos meses”; compitiendo con otras palabras como amnistía, guerra y otras. Términos que, tomados conjuntamente, expresan y sintetizan las grandes contradicciones de la situación política nacional e internacional. Palabras que vienen a poner de manifiesto la forma de la crisis de régimen que afecta al Estado de nuestra época, y que, lejos de ser el instrumento al servicio del “bien común”, no es sino el producto de una sociedad dividida en clases, que tiene por función esencial asegurar la dominación de una clase: la de los explotadores sobre los explotados. En palabras del maestro del socialismo Engels: “El Estado representativo moderno es el instrumento de la explotación del trabajo asalariado por el capital”. Y esa forma de Estado, que conforma todo un periodo histórico, el del capitalismo, tomó formas de Estado parlamentario que, en medio de la crisis económica y política, es decir, de su descomposición, son asaltados por otras formas más violentas: bonapartistas, fascistas, de “unidad nacional” …, que responden más directamente a los intereses de la clase explotadora y dominante en el marco de la crisis de dominación. 

Esas palabras más usadas del año 2023 hacen referencia, sin duda, a un balance del momento político del año que ahora concluye. El Gobierno de coalición español viene de celebrar públicamente que para afrontar la crisis ha vuelto a retomar la “senda de reformas, avances sociales y cambios”, para así “poner freno a la pérdida de derechos, que fueron la tónica de la anterior administración” (en referencia, sin nombrarlo, al gobierno de la corrupción y los recortes sociales del PP). 

La retórica del Gobierno debe ser contrastada con la realidad. ¿Es verdad que el Gobierno del presidente Sánchez se encuentre en la senda del cambio? Para evidenciar su política, el presidente del Gobierno comienza por hacer alusión a la revalorización de las pensiones (el 3,8%), “para paliar los efectos de la crisis y la guerra”. No se dice nada de la situación de los salarios que, como las pensiones, no hacen sino perder una parte importante de su poder adquisitivo en medio de la vida cara de los productos fundamentales, para sobrevalorar el mantenimiento del 0% del IVA de algunos los alimentos básicos, que poco repercute en los precios que siguen disparados. Anuncia también que se prorrogan los gravámenes a los beneficios de las empresas energéticas y la banca y que mantiene las medidas de protección a las familias más vulnerables, prohibiendo más desahucios y lanzamientos durante el año 2024. Medidas extraordinarias, que ponen al descubierto una situación imposible para millones de personas que, aun trabajando, no les alcanzan sus salarios para hacer frente a los alquileres y a una vida digna. Como también se ha multiplicado el importe de los créditos hipotecarios, después de haberse aprobado una reciente ley de vivienda, que se presenta de forma cínica  como “el quinto pilar del estado del bienestar”, cuando en realidad ha convertido el derecho a techo en un verdadero lujo y hace retroceder históricamente a las familias trabajadoras a los peores años de la posguerra, a mal vivir alquilando habitaciones en vez de casas, obligando a los jóvenes emancipados a volver a casa de sus padres o familiares ... 

Y todo ello obviando descaradamente el hecho de que esta política miserable para la mayoría promueve inmensos beneficios de las grandes empresas, los más importantes de todo este periodo. Los beneficios empresariales han crecido un 200%, mientras que la capacidad de compra de los salarios se reduce. Y se explica, porque las políticas aplicadas han favorecido cuatro veces más a los ricos que a pobres. “Ayuda en Acción” ya denunciaba que los favores hacia las grandes empresas, las privatizaciones y el control de salarios y pensiones, están “generando un nuevo millonario al día en un país donde el 1% de la población tiene en su poder el 82% de la riqueza”.

Los grandes beneficios de una minoría, debidos a la política de “avance” del Gobierno -dictada por los planes de la Unión Europea-, se traducen en miseria social: un 30% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. La ensalzada recuperación en términos macroeconómicos, así como las medidas anticrisis y el conocido como “escudo social”, no han resuelto la precariedad y la gravedad de la situación para millones de familias. La crisis ha multiplicado la desigualdad y la pobreza: 13 millones de personas se encuentran oficialmente en “riesgo de pobreza y exclusión social”.

Asistimos a declaraciones sobre el “bienestar social” cada vez más confusas y que enturbian la realidad. Quienes hablan de las reformas “progresistas” del sistema fiscal no dicen que el sistema fiscal español contribuye a hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres. Como suele decir la ministra de Trabajo, “vamos a dar unos datos” sobre la situación de explotación y desigualdad provocada por la política fiscal. El 80% de la recaudación fiscal proviene del IVA, es decir del consumo, y del IRPF de los trabajadores y pequeñas empresas. Las grandes sociedades y bancos sólo aportan el 12% de la recaudación total. La desigual presión fiscal en beneficio de los más ricos, donde pagan más lo que menos tienen, ha permitido que los ricos incrementen su riqueza un 3%, y que los más pobres vean reducidos sus ingresos un 33%. Menos de medio millón de privilegiados tienen cuatro de cada diez euros que hay en el país.

Las privatizaciones de los servicios públicos continúan como un nuevo nicho de negocio para especuladores y fondos buitre, provocando interminables listas de espera en la sanidad pública, donde cada día faltan más médicos y enfermeras. Muchos pacientes no llegan a los quirófanos por fallecer antes. Esto para Sánchez significa que “hoy la sanidad pública es mucho mejor de lo que era”.   

En su reciente comparecencia, P. Sánchez ha subrayado que las medidas tomadas son para “mejorar la vida de la gente”.  Sin embargo, los datos desmienten sus palabras. Las políticas que se aplican no están en la senda del cambio, sino de políticas que solo favorecen a una minoría, perjudicando a la mayoría social. Los datos, los hechos, la realidad de la polarización social y política desmienten las afirmaciones del Gobierno acerca del supuesto progreso social. Dice que aprecia una situación de polarización extrema, como producto de la crisis política e institucional, pero la polarización tiene una base social y económica fundamental en la explotación y la desigualdad.

El comunicado del Gobierno sobre las medidas que propone termina diciendo que “las cifras hablan por sí solas y muestran el compromiso de este Gobierno”. Por ello, se le demanda la ruptura con las políticas y privilegios del régimen de la monarquía, para que los pueblos puedan decidir libremente acerca de su presente y su futuro.

Solo al final de la comparecencia, Sánchez se acordó de la situación de guerra a la que su gobierno no es ajeno, deseando “que terminen las guerras de Ucrania y de Israel “. Deseo que puede traducir en hechos, si abandona las inversiones en armas y los planes de los amos del mundo que promueven la guerra y la destrucción, como es el caso destacado de la OTAN; rompiendo toda relación con el Estado de Israel, responsable de crímenes de guerra y lesa humanidad. Por todo ello, os llamamos a acudir a la concentración del sábado día 30 ante el Mº de Asuntos Exteriores, en solidaridad con el pueblo palestino, contra la guerra imperialista.         

Espacioindependiente nº 540, jueves 28 de diciembre, 2023

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