El talón de Aquiles del nacionalismo canario (Enrique Bethencourt)
Y ahí, en la deserción de los principios soberanistas, creo yo que hay que buscar la deriva proa al marisco de ese partido. En cuanto a otras fuerzas que sí responden con más sinceridad a las esencias nacionalistas, puede verse que esta´n en ascenso. Y afirmaré que ese asecnso no es más pronunciado, por las extrañas estrategias de alianzas y fagocitaciones en ciertas partes. Lo de El Rosario, con Ana Lupe o de La Palma, con Miguel Ángel Pulido, es estrepitoso.
Y, desde luego, coincido en la dificultad de que habla Enrique de conseguir un grupo nacionalista en el Congreso. Una dificultad que se troca en absoluta imposibilidad, si Nueva Canarias tropieza de nuevo en el tremendo error de arrejuntarse con una tropa execrable como la coalición empresaria llamada canaria.