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miércoles, 24 de abril de 2024 22:52h.

"Una televisión canaria que no sea noticia" - por Chema Tante

Santiago Negrín y el Consejo Rector del Ente de Radio Televisión Canaria que preside acaba de entrar en funciones y tomará posesión, a pesar de las resistencias paulinares en corto plazo. Y escucho al nuevo presidente en la SER diciendo una serie de palabras bonitas que espero y deseo no queden afeadas después por la realidad. "Una televisión canaria que no sea noticia, sino que dé noticias" ha dicho el nuevo mayordomo de la finca informativa que es del pueblo canario, pero que quienes han gobernado creyeron que era suya.

"Una televisión canaria que no sea noticia" - por Chema Tante

Santiago Negrín y el Consejo Rector del Ente de Radio Televisión Canaria que preside acaba de entrar en funciones y tomará posesión, a pesar de las resistencias paulinares en corto plazo. Y escucho al nuevo presidente en la SER diciendo una serie de palabras bonitas que espero y deseo no queden afeadas después por la realidad. "Una televisión canaria que no sea noticia, sino que dé noticias" ha dicho el nuevo mayordomo de la finca informativa que es del pueblo canario, pero que quienes han gobernado creyeron que era suya.

La televisión canaria era una vieja aspiración de quienes creemos que la identidad, la cultura y la política de Canarias necesita de ese vehículo de primera categoría que es una radio televisión pública. Éramos quienes contemplamos con envidia cómo funcionan los medios audiovisuales de algunos de los pueblos compañeros de desdichas en el estado español.

Y el cruel destino de esta desdichada Canarias nuestra nos encharcó rápidamente la ilusión. Con buenos, que los hubo, o con malos profesionales o incluso sin profesionales a su mando, la radio televisión canaria no ha cumplido en absoluto con su función, por la presión impenitente del gobernante de turno. 

Una programación que ha confundido identidad canaria con el humor chabacano, el timple y la carreta, que ha sustituido la cultura con las películas serie B y que ha mnipulado de manera insultante la información, nos ha llevado a quienes exigíamos la creación del medio, a pedir -fuerte paradoja- su eliminación.

Ahora se abre una nueva etapa, con un equipo que parece solvente, en lo personal y en lo profesional. Un equipo que, en palabras de su presidente, parece que se propone honrar al fin la función que le corresponde a un medio público.

Tiempo tendrá ese equipo para ver si es cierto que la cultura canaria - empezando por la lucha- y la creación en las islas se protegerán en este medio propiedad del pueblo canario. Pero, en cuanto a la ecuanimidad e imparcialidad informativa, no le queda mucho margen temporal. Estamos ya en plena precampaña electoral y pronto entraremos en la campaña. Vamos a ver si la radio televisión canaria da juego a todo el mundo, incluidos los partidos emergentes y los minoritarios. Una prueba del siete, que pùede poner a esta gente en evidencia, o ponerla en los altares de la aceptación popular.