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viernes, 19 de abril de 2024 18:46h.

Ayer emigró mi hija - por Carlos M. Duarte


No da uno abasto para tratar tanta tragedia, tanto dolor que  nos ocasiona la ofensiva ultraliberal. Estos días ha tocado denunciar la amargura de los cientos de familias víctimas de la estafa financiera. Pero Carlos M Duarte nos toca el corazón en EL HUFFINGTON POST con este testimonio de la reproducción del tormento social de la emigración. Carlos ejemplifica en el caso de su hija el calvario de toda una generación obligada a buscarse la vida por esos mundos. Solamente quien ha sufrido el calvario de tener que dejar su país sabe cuánto duele eso.

Y solamente quienes tienen los ojos abiertos y despierto el seso valoran el ingente perjuicio que supone la sangría emigratoria para la sociedad emisora. De todo eso habla Carlos Duarte, sin olvidar tampoco denunciar a los responsables de tanta desgracia. A quienes por acción o por omisión hemos permitido que esto haya ocurrido.

Y creo que vale la pena aquí recordar también a tanto gaznápiro irresponsable que recomienda la emigración, como solución, personal y colectiva. A quienes no son capaces de discernir las grandes diferencias que existen entre salir un tiempo por esos mundos, a aprender y a sentir, y lo que significa tener que dejar obligadamente tu país y tu gente, porque tu sociedad no es capaz de darte trabajo y de aprovechar tus conocimientos, que tanto costó conseguir.

 

http://www.huffingtonpost.es/carlos-m-duarte/ayer-emigro-mi-hija_b_1934872.html