Laboriosa, pero ruínmente, estos tres aequitectos actuaron como una suerte de los proscritos de Sherwood, pero al revés: Les arrebataron derechos urbanísticos a decenas de miles de propietarios de viviendas, para favorecer a los buitres de la construcción, sin -supuestamente- desequilibrar las densidades residenciales. Fuerte panda de gansters. 

Como semejante estropicio fue impedido por la acción ciudadana chicharrera -Gamonal no es una excepción- el PGO ha tenido que ser rediseñado. Por cierto, por gente del ayuntamiento, sin necesidad  de contratar a nadie por fuera. De manera que lo lógico es que estos tres sicarios inversos de Robin Hood devuelvan el pago de sus vilezas.

Es de justicia.

http://www.laopinion.es/tenerife/2014/01/19/capital-estudia-reclamar-dinero-tres/521116.html