Cataluña no es mi problema (Javier Pérez de Albéniz) Comenta Chema Tante
Yo Chema Tante, estoy con Pérez de Albéniz en mucho de lo que dice, pero creo que no termina de analizar el problema en toda su complejidad ni contempla el soberanismo en su justa medida. Porque el soberanismo, la defensa del principio de autodeterminación, no es un fin en sí mismo. Y quien lo vea así, peca de fanatismo. La lucha por la libertad de los pueblos para organizarse y trabajar por su futuro es un medio, precisamente, para evitar la explotación de la gente por parte de los poderosos. Porque estos poderosos, el dinero, el capital, sí que no tienen banderas ni creen en fronteras.
Yo, nacionalista independentista canario, defensor del derecho a decidir de los pueblos, le digo a Pérez de Albéniz, con toda sinceridad, que si, en Canarias, en Castilla, en La Manch, en León o en dónde sea, reinara la equidad social, si este estado de derecha que sufrimos no atropellara todos los días nuestra dignidad, nuestros derechos ciudadanos, nuestras libertades políticas, nuestras condiciones laborales y sobre todo, la redistribución de la riqueza, yo no tendría tanta urgencia en que mi pueblo saliera de "esta" España. Si yo no sintiera que vienen desde el centralismo nacionalista imperial español a decidir sobre los asuntos que importan al pueblo canario, siempre en función de los intereses de las oligarquías -de acá y de allá- entonces seguiría siendo nacionalista, de sentimiento, pero con menos angustia, con mucha, muchísima, menor preocupación.
Cuando los pueblos son libres para decidir sobre sus propios asuntos, sin injerencias extrañas, la justicia social aparece y la unión, la solidaridad entre ellos, se da naturalmente.
Yo, Chema Tante, proclamo que la brega del pueblo catalán es la mía y que el resto de los pueblos que gemimos en este estado de derecha debemos apoyarla, porque es el interés de todos. Porque somos los pueblos, los que no creemos en fronteras, los que no tenemos más interés en las banderas que como símbolos de redención social.
Javier Pérez de Albéniz @descodificador