Nada se ha consumado en Cataluña – por Chema Tante
Nada se ha consumado en Cataluña – por Chema Tante
El mundo, las gentes obtusas del “a por ellos” y las personas demócratas hemos contemplado con asombro el espectáculo histórico de Puigdemont, Junqueras y los millones de soberanistas que en Cataluña han hecho lo que querían hacer. Desgajarse de la monarquía española, votando con valentía una república, sabiendo los terribles riesgos que estaban corriendo. Anna Gabriel, de las CUP lo dijo con gallardía en el Parlement: “Ya estamos acostumbradas a las persecuciones”
Es probable -nada seguro- que el corruPPto Rajoy y sus cómplices Sánchez y Rivera puedan ahora controlar la situación en Cataluña. Pero los millones de soberanistas se mantendrán ahí. El problema de las tensiones territoriales en este estado de derecha seguirá lejos de solventarse.
El antiguo sistema de “las Españas”, asociación de, entonces reinos, pero siempre naciones, con sus características, sus legislaciones, sus usos y sus haciendas diferentes, fue pulverizado por el centralismo borbónico que ganó la guerra -como de costumbre en este entorno, con ayuda extranjera- en el siglo XVIII abrió la puerta a estos siglos de conflictos. Unos conflictos generados por el autoritarismo centralista que se empeña en una unidad que no existe, no puede existir. Aquella unión de naciones pudo muy bien haber desembocado con naturalidad en una república federal formada por estados que cooperaran entre sí, los que quisieran, en tanto que otros hubieran tomado su camino por su cuenta, en paz y armonía con los otros. Todo esto lo truncó el tatarabuelo francés -los del ”a por ellos”, en su ignorancia supina, lo desconocen- del actual Jefe del Estado no electo.
El soberanismo catalán ha tenido que montar un espectáculo en el que han torcido una legislación diseñada para que las ideas que permite expresar no pudieran cristalizarse en ninguna realidad. Aunque en esta tormenta de mentiras que se extiende por todo el estado de derecha nadie se acuerda o lo reconoce, el soberanismo catalán inició esta etapa de su historia con la
Los dos argumentos tópicos largados por el centralismo -de derecha a izquierda- contra el soberanismo catalá, se estrellan contra la realidad. "Se trata de una trampa de la oligarquía corrupta catalana", Los millones de personas y la presencia de las CUP y de Esquerra Republicana demuestran que ahí está el pueblo catalán, de arriba abajo. "No buscan más que privilegios territoriales" Eso es lo que han hecho todos los partidos mas o menos sinceramente nacionalistas, cada vez que se abre la venta tarifada de votos en el Congreso. El soberanismo catalán no dice que Cataluña sea la más desfavorecida del estado. Pero la defensa de los derechos de otros territorios les corresponde a sus pueblos respectivos y a esos partidos nacionalistas que a menudo, como en el caso de Canarias, miran más a sus propios intereses, personales o electorales que a los de la gente que dicen defender.
Y, al final, contra todas las altaneras afirmaciones de la tropa corruPPta, en el Parlament se ha aprobado la Declaración de Independencia.
Ahora la ceguera centralista española, con la aprobación de otros gobiernos -que no de otros pueblos- se dispone a aplastar a la República Catalana. Es probable -no seguro- que lo consiga, “Dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos”. Rajoy y sus acólitos Sánchez y Rivera le meterán más combustible al conflicto. Pero no conseguirán eliminar la aspiración de un pueblo a ser libre, a decidir por sí mismo.
Cuanto más se tarde en este estado de derecha en solucionar el entuerto bisecular, con un sistema que respete la autodeterminación de los pueblos, más se tardará.
La única solución, es la república federal compuesta por aquellos pueblos que, en libertad, lo decidan. Se llama democracia.
Lo escribe y lo ratifica Chema Tante