No era democracia. Ahora no quiere ni parecerlo - por Chema Tante

No es éste día en que apetezca escribir. Y menos, de tanta ruindad. Pero hay que hacerlo, o reventar. Reventar de rabia e impotencia.

Los dos partidos que han cimentado su hegemonía en campañas pagadas con dineros mal habidos, en el desprecio a la separación de poderes y en una legislación ideada para favorecerlos, más el partido malinche, han terminado por quitarse el ropaje de democracia que hasta ahora lucieran. Se percataron de que los gobiernos de la Unión Europea y la Comisión misma hacen la vista gorda ante maniobras absolutamente contrarias a la democracia que tanto ensalzan.

La hidra tricéfala PpPsoEC’S propone – de momento, pero lo hará, enseguida- descabalgar a un Govern y maniatar a un Parlament elegidos democráticamente. Para hacer esta atrocidad autoritaria se basan en un artículo, el 155 cuya ambigüedad abre la puerta a cualquier cosa.

Es cierto que el soberanismo catalán -mayoritario en la población catalana hasta que se pueda demostrar lo contrario- ha desarrollado en los últimos días una estrategia que se salta la legalidad española. Pero no lo es menos que no tenía otra salida. El nacionalismo imperial español se ha encastillado en un sistema que impide exponer y satisfacer la voluntad de los pueblos. Un sistema que contradice el principio de que, en paz, sin violencia, se pueden defender y buscar realizar todas las ideas.

El nacionalismo imperial español ha pulverizado todos los intentos que se han desarrollado desde Cataluña, para avanzar hacia la autodeterminación. Una serie de vejaciones y atropellos que tuvieron su máxima expresión en la anulación por un Constitucional nombrado a dedo y conveniencia, de un Estatut que cumplió todos los trámites legislativos vigentes.

El Borbón puede sentirse satisfecho. Su abuelo Felipe V lo mira orgulloso desde la historia, porque recrea las hazañas centralistas de 1714.

Ahora el autoritarismo del nacionalismo español pretende volver a entrar por la Diagonal, como hiciera en el triste 1939.

Ahora esta horda salvaje, con formas algo suavizadas, porque Europa y el mundo están mirando, quiere recuperar la opresión sobre el pueblo catalán, quebrantando sus instituciones colonizando su economía y, sobre todo, prostituyendo su cultura, que es el principal patrimonio de un pueblo que se ha mantenido firme durante siglos.

Un pueblo firme, pero generoso y acogedor, porque millones de personas que llegaron para salvar su futuro, se han integrado en esta sociedad que ahora se dispone, tiene que hacerlo una vez más, a  resistir en paz a quien viene a amargarle la vida.

Porque el pueblo catalán no permitirá que quien no le ha gobernado por los votos lo haga ahora por el 155.

Lo escribe y lo ratifica Chema Tante