Nueva Ley Electoral. Ya se acabó el alboroto (Antonio González Viéitez)
Resumiendo, las economías insulares compiten entre sí, sus patronales en el mejor de los casos guardan distancia y la opinión publicada refleja constante y cansinamente la misma salmodia. En momentos críticos siempre reaparece la ideología del “despojo” y, en momentos de quietud, las miradas de reojo, la desconfianza y el “qué querrán”.
Es cierto que, afortunadamente, en los espacios y ámbitos culturales (sobre todo y de manera deslumbrante en el folclore), el sentimiento de unidad y de pertenencia común es notable. Es cierto que muchos canarios nos sentimos culturalmente de todas las islas. Y que la casi totalidad de nuestros poetas, escritores, músicos e intelectuales profesan una canariedad sin fronteras. Pero retengamos un detalle muy significativo: nunca hubo un importante diario de papel de ámbito canario que permaneciera.