¿Quién rompe los sueños de nuestros jóvenes?, Carmen María Sosa González
Y yo personifico en Carmen María y en su grito de denuncia, el trabajo, nunca bastante agradecido, de toda esa legiónn de docentes, mujeres y hombres que se niegan a rendirse ante los embates de unos gobiernos -el de allá, pero también el de acá- empeñafos en devolver a la enseñanza a los niveles de miseria de hace no tantos años.
Yo me uno al grito de la profesora. No podemos aceptar en silencio esta agresión contra la educación pública que lo que busca, como buscan la inicua tropa neoliberal, reservar la formación de calidad en exclusiva a quienes puedan pagarla. Ya saben, aquello de que las gentes de arriba quieren que solamente puedan estudiar sus proles, para evitar que siga habiendo rojeras entre economistas, juristas o docentes o demás profesionales.
No, no podemos quedarnos en silencio cuando se truncan de esta manera las ilusiones de tanta gente.