Marzo 2022
Constatamos que sobre la guerra no se habla ni se reflexiona. Se discute. El tono bélico se ha instalado desde el principio en los medios y por transmisión en la calle. Se exacerba, se descontextualiza cualquier declaración para situarla donde más convenga. Se polariza. No hay matices. Es un ‘armas sí o armas no’ frente a quienes abogan por priorizar los esfuerzos diplomáticos. Se ridiculiza, en el mejor de los casos, el NO A LA GUERRA. Se utiliza incluso políticamente para pedir dimisiones. Más madera.
Todas y todos estamos amenazados. Por necesidades del guion el conflicto se ha convertido en un ataque a Europa, a nuestras democracias y expresar cualquier opinión que no vaya en esta línea se convierte en justificación de la tragedia o como ha dicho Josep Borrell, en un intento de contaminar nuestras mentes. ¡Toma ya!
El libro La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre (Naomi Klein-2007) propone que las políticas económicas del Premio Nobel Milton Friedman y de la Escuela de Economía de Chicago alcanzaron importancia en determinados países no porque fuesen populares, sino a través de impactos en la psicología social a partir de desastres o contingencias. En la fase más dura de la COVID y viendo las orejas al lobo nos hartamos de escuchar que superada la crisis el mundo sería necesariamente diferente y mejor no solo en lo referente a políticas globales, porque fuimos conscientes que quienes estaban sosteniendo el tinglado en los momentos más duros eran los y las ‘menos importantes’ social y laboralmente hablando. De esos cambios y transformaciones nunca más se supo. Tampoco de la reinvención y humanización del capitalismo que nos prometieron allá por 2008 en plena crisis económica. Al contrario, salimos más desiguales. Las previsiones en esta crisis van por el lado contrario. Hoy, de nuevo Josep Borrell (ese HOMBRE) nos anuncia de forma sutil el sangre, sudor y lágrimas de Churchill y en esta ocasión parece claro que se materializarán las malas expectativas. Tal vez porque si analizamos la situación parece que de eso se trata. Más que sucesos, existen procesos y más que casualidades se dan causalidades.
En este sentido van los artículos de Michael Hudson El imperio de EEUU se autodestruye que ofrece una visión algo diferente de las que estamos leyendo estos días. Wolfang Streeck nos sitúa también sobre algunas claves de este conflicto en su artículo Todos perdedores.
… Aparte de esto, gracias a Dios, la vida pasa felizmente si hay amor…como decía el estribillo de la canción de Luis Aguilé (sí, algunos somos viejunos). Suisse Secrets, nuevas revelaciones sobre Paraísos Fiscales que por habituales pasan casi desapercibidas, pero que ahí siguen.
A pesar de su ligereza y superficialidad, la ley de Vivienda supondrá el fin del mundo, como cualquier intento de modificación del statu quo. Parece que no supondrá cambios significativos, incluso para quien ha hecho de la vivienda un negocio. Martín Cúneo lo analiza en el artículo Vivir de las rentas sigue siendo negocio para los fondos de inversión. Que nadie salte aún al vacío desde la ventana de su despacho.
La habitación propia que pedía Virginia Wolf en 1928 es hoy la Renta Básica Universal que en Attac venimos reivindicando desde nuestros inicios. Compartimos el manifiesto 8M Renta Basica=Independencia económica.
Darwin embarcó en el Beagle siendo un creyente y volvió convertido en un pensante.
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Salud. Otro mundo es posible.
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