No es la primera vez que algunas personas millonarias demuestran percatarse de la gravedad de la situación, de que la abismal desigualdad que condena a una miseria invivible a una tremanda mayoría de la población, desencadenará un desastre del que no se librará la gente del dinero. Lo demuestran, pidiendo que se le suban los impuestos, para mitigar esa desigualdad. Es famosa la iniciativa de Warren Buffet, el que dijo que "la guerra de clases existía, que la estaba ganado la suya" pero que pidió también que subieran los impuestos a las fortunas y que pasó del dicho al hecho, donando el 80% de su fortuna a una ONG. Ahora, son más de 40 las firmas que aparecen en una carta enviada al gobernador de Nueva york pidiendo más carga fiscal, para que paguen más impuestos quienes tienen más dinero. Y, desde este lado del océano, lo que hay que decir es que el estado español las grandes empresas y fortunas gozan de las benevolencias de un paraíso fiscal.