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sábado, 20 de abril de 2024 00:21h.
accidente
Firmas

Dice Bruno Perera que Greenpeace fue la causante del accidente ocurrido entre la lancha española y la de los activistas del Arctic Sunrise

Nota de Chema Tante: Artículo que publico a petición del autor y por respeto a la libertad de expresión que muchos medios no conceden a los "talibanes ecologistas", como nos llama el propio Bruno Perera, el de la foto. Dejo constancia de que con este contenido no me identifico en absoluto, al tiempo que rechazo contundentemente su veracidad.

Sociedad

ADIF se burla del juez, y de las víctimas de su accidente

Gonzalo Ferre es el presidente de ADIF y, por tanto, máximo responsable de todo lo que pase

El juez Luis Aláez ha visto indicios de culpabilidad en los responsables de seguridad de ADIF, porque parece obvio que el terrible accidente del tren en Santiago podría haberse evitado con los sistemas de previsión tecnológicamente factibles, pero que estaban en funcionamiento. Y por eso, el juez le ha preguntado a ADIF quién se ocupa de estos temas. Y ADIF, en un ejercicio de falta de respeto, ha dicho que no sabe de qué habla el juez y le ha mandado una lista "exhaustiva" de personas. ADIF y su presidente se ríen de la justicia y de la gente muerta y herida. Intolerable.

Sociedad

Aunque el maquinista reconoce su despiste, la causa principal del accidente es el austericidio, la obsesión por el beneficio

El maquinista del tren de la tragedia de Santiago ha admitido un despiste y le han formulado cargos por imprudencia. Yo no sé si el hombre será culpable y hasta qué punto. Pero eso no exime de responsabilidad a ADIF  ni a RENFE. La tecnología ofrece dispositivos para prever cualquier fallo humano. Un despiste, una inhabilitación física o, incluso, una decisión voluntaria para un atentado. Cuando la velocidad máxima es de 80 kilómetros por hora, y el tren va a 190, esos sistemas frenan el tren. Pero no existían en ese tramo tan demostradamente peligroso. Y yo afirmo que no se habían instalado esos sistemas de seguridad, únicamente, por la obsesión criminal del ahorro, para aumentar los beneficios.