Antoni Aguiló tercia en el debate sobre el derribo de monumentos, con este sesudo y sensato artículo en PÚBLICO que destaca el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado. Y yo, Chema Tante, que comparto las iras de quienes quieren tumbar las manifestaciones de homenaje a gente que no se lo merece, también estoy de acuerdo con la sindéresis que destila Aguiló. No se tumben las estatuas, guárdense como testimonio de la infamia. Y déjese de una vez de erigir estos adefesios, que el dinero se destine a mejores menesteres.

Francisco Morote, de ATTAC Canarias señala este rotundo artículo de Boaventura de Sousa Santos que difunde PÚBLICO en traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez. El destacado anaista portugués llama a abrir los ojos y las mentes y a asumir los acontecimientos con coherencia, con sentido de la lógica y el equilibrio. No es posible, por plausible que pueda ser, que uno se compadezca de un animalito, en tanto que millones de niños mueren o enfrenta secuelas irreversibles, por el hambre. No es posible aceptar la existencia de las mayores fortunas de la historia, conviviendo con la perpetuidad de la  miseria de la mayoría de la Humanidad.