Desgraciadamente la pesca en las islas Canarias sigue siendo un gran problema y en los últimos años muchos pescadores furtivos  que practican el cercenamiento de las aletas de chuchos son personas de origen asiática residente en las islas.

En el Puerto deportivo Radazul de Tenerife se han encontrado varios cazones muertos, con las aletas seccionadas, estos animales una vez capturados han sufrido maltrato por parte de los causantes de este hecho, lo que puede constituir un delito de maltrato a nuestra fauna marina.